La escuela Antártida Argentina pasará a la historia no sólo por ser la primera en educar a los niños de Angualasto, sino también por haberle dado vida a esta localidad iglesiana. Por iniciativa, gestión y aporte de los docentes y alumnos que pasaron por este establecimiento, nació la parroquia, la plaza y el museo arqueológico del pueblo. Hoy, a partir de las 9, esta institución celebrará su aniversario número 100, con un acto que contará con la presencia de ex docentes y alumnos, y autoridades departamentales.

El 9 de septiembre de 1911 comenzó a funcionar en una casa alquilada, la primera escuela de Angualasto, con dos maestras que enseñaban a leer y escribir a los chicos, en cursos agrupados, usando las dos únicas habitaciones que tenía la casona de don Martín Quiroga. Allí funcionó por más de 60 años, durante los cuales no sólo creció en cantidad de alumnos y actividades escolares, sino también en el compromiso por colaborar con el progreso social y cultural del pueblo de Angualasto. En 1942, y en uno de los pocos rincones libres de la precaria escuela, los docentes y alumnos comenzaron a armar el museo arqueológico y mineralógico, con una calavera sacada de las tamberías locales, varias puntas de flechas, piedras y muestras de azufre, carbón de piedra y plomo. Proyecto que terminó por ser el inicio de Museo Arqueológico Municipal de Angualasto.

Pasaron los años y nuevas autoridades se hicieron cargo de la dirección de la escuela Antártida Argentina. Y con el mismo interés de contribuir, desde la institución, con el crecimiento de este pueblo y de involucrar a los vecinos en esta tarea. Fue así que docentes y algunos miembros de la comunidad integraron una comisión popular pro templo que comenzó a trabajar para recaudar fondos y firmas para lograr la construcción de una capilla y la designación de un párroco para el lugar. En 1957 se inauguró el templo.

En vista al invalorable aporte de esta escuela con el crecimiento del pueblo, dos vecinos de apellido Sarracina y Quiroga, decidieron donar sus terrenos vecinos para que se construyera su edificio propio.

Con aporte de materiales y de asesoramiento técnico por parte del Gobierno de la provincia, y la mano de obra de los vecinos, en 1972 quedó inaugurado la sede propia y definitiva de la Escuela Antártida Argentina, con cuatro aulas, una cocina y baños. Tres años más tarde, y por el crecimiento en la matrícula, se inauguraron 5 aulas más y el salón de actos. Y la institución siguió haciendo su aporte a la comunidad.

En 1979, otra vez por el trabajo conjunto entre docentes y vecinos, se inauguró la plazoleta General San Martín, el principal paseo del pueblo.