Genera ahorros en consumo de energía, espacio físico, costo de los enlaces, infraestructura de red (switches, UPS, patch panels), y equipamiento. - No se necesita contratar o capacitar personal como en el caso de un data center propio.
- Se tiene acceso a redes redundantes y de alta velocidad, bien equipadas para el servicio.
- Permite concentrarse específicamente en el negocio de la empresa y desligarse del estrés de las fallas informáticas.
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