Julio Ríos / Gemera

“El proceso minero del oro no usa arsénico ni boro, así que es imposible que vierta esos químicos. Además, es reconocida la presencia altísima de esos elementos en el río Jáchal. El Instituto Nacional del Agua hizo una expedición especial a ese río en 1942 y descubrió los índices que se conservan en la actualidad. Eso es propio del suelo del lugar, que es de sedimentos volcánicos”.

Máximo Pérez / UNSJ

“Históricamente se sabe que el río Jáchal tiene altos contenidos de arsénico, y que no tiene nada que ver con la actividad minera. Hay otros sitios que tienen el mismo problema como El Encón y allí nunca hubo explotación minera. Incluso, en las minas de Hualilán las aguas están contaminadas con arsénico que está presente en las mismas rocas y no es producto de la actividad minera”.

Guillermo Preisz / Ingeniero de Minas

“Es descabellado asociar el boro y el arsénico con la actividad minera. El boro proviene de las salinas riojanas y luego el agua lo arrastra hacia el río Jáchal. El arsénico aparece en la Quebrada del Carrizal, lejísimos de donde está la mina. Es una barbaridad pensar además que los pedazos de las voladuras caen al río Las Taguas. Si fuese así, el campamento ya estaría destruido”.