TRABAJO A CAMPO y en gabinete hubo durante estas reuniones en los departamentos alejados.


 

Los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial (PRET) fueron una herramienta que permitió integrar grupos de trabajo con los actores territoriales en un ámbito geográfico definido, acordando metas, objetivos y acciones comunes. En San Juan, los 4 departamentos más distantes del centro provincial confluyeron en el "PRET Desarrollo territorial de los Valles Andinos y del Noreste de San Juan". Este territorio se caracteriza por una estructura agraria minifundista, con bajo nivel de tecnificación y de agregado de valor, asimismo se visualiza una menor institucionalización de las organizaciones. El proyecto funcionó como plataforma de gestión de fuentes de financiamiento diversas, pero con objetivos comunes, integrando investigación con extensión y generando alianzas con instituciones y entidades del medio.


Además de la ejecución de las acciones previstas, las vinculaciones generadas y la lógica de trabajo horizontal trazada por la conformación de un equipo de gestión, plantearon la necesidad de tener otras instancias de análisis crítico, complementando la evaluación final del proyecto. Por ello, se conformó un equipo de sistematización que reunió la información disponible y analizó tanto con actores territoriales, como con los agentes de INTA, extensionistas, investigadores y personal de campo, los aprendizajes generados en cinco años de trabajo.


Dialogamos con Simón Tornello, de la AER Calingasta, quien destacó que se realizaron 3 talleres en los departamentos Calingasta, Iglesia y Jáchal. Con más de 60 participantes, entre productores, técnicos, docentes, funcionarios y miembros de los concejos asesores de las Agencias de Extensión Rural. Los talleres se estructuraron en 3 momentos, el primero de presentación en el cual el equipo de sistematización brindó el marco conceptual de la propuesta de análisis y la metodología del taller. Luego se conformaron grupos en los cuales se analizaron los procesos de innovación que motorizó el INTA desde la implementación de la Cartera 2013-2019. Se seleccionaron procesos de innovación y sobre ellos se determinaron los actores intervinientes y su participación en las diferentes fases del proceso de innovación analizado. Cada grupo identificó entre 5 y 9 procesos de innovación y trabajó en profundidad sobre 3 casos.


Los testimonios brindados por los actores territoriales y la priorización en los grupos de trabajo, resaltó la importancia en el acompañamiento a los procesos organizativos. En los mismos, identifican impactos positivos que se traducen en grupos u organizaciones constituidas (ferias, grupos de productores, asociaciones, cooperativas) y formas de trabajo conjunta, o como lo expresó un productor de Jáchal: "la gente comprende que la única manera de trabajar es de manera conjunta, dándose la mano". Asimismo, estas organizaciones permiten mejorar tanto aspectos técnicos, productivos y comerciales, como en las capacidades de gestión de los productores/as. "Nosotros hacíamos apicultura desde hace muchos años, el acompañamiento de INTA nos permitió una organización entre los apicultores", destacó un apicultor calingastino. O bien "ahora con las máquinas, viene todo automático, y para carnear también; antes 30 pollos en un día, y ahora en dos horas", ejemplifica una integrante de un grupo de productores de animales de granja.


Este resultado, si bien con mayor relevancia en aspectos relacionados con las capacitaciones y la asistencia técnica, fue coincidente con lo expresado por promotores del Programa Prohuerta. Y cotejado por una encuesta telefónica realizada a referentes de Valle Fértil


También se generó un taller interno con todos los miembros del PRET, esta instancia permitió construir un balance temporal de las acciones y reflexionar de manera colectiva sobre lo actuado. Nuevamente, la vinculación con las organizaciones, se destacó:


"El fortalecimiento de las organizaciones puede ayudar a suplir la falta de recursos. Al articular podemos hacer. Nosotros solos no hubiéramos podido muchas cosas. Permite expandirte en el territorio, mediante la fuerza que tienen las organizaciones en el territorio...".

 

 INTEGRACIÓN entre diferentes partes del proyecto. Todo suma para salir adelante.


 

Producción y agregado de valor

En el transcurso del proyecto, se destaca el acompañamiento directo en la conformación o formalización de diferentes formas organizativas (3 ferias, 2 organizaciones de apicultores, 2 asociaciones civiles, 3 grupos de productores ganaderos bovinos, 2 grupos de productores caprinos, 4 grupos de productores hortícolas, 3 grupos de turismo rural comunitario y un grupo de elaboradores de vino). También se observa una fuerte interacción con alrededor de 15 cooperativas agropecuarias.


Asimismo, las organizaciones permiten la mejora en aspectos productivos y de agregado de valor. La elaboración de vinos en Calingasta lo ejemplifica, partiendo de menos de 3 mil litros elaborados por elaboradores caseros y artesanales, para alcanzar más de 40 mil en 2018. Este crecimiento contó tanto con la incorporación de maquinarias, como etapas de capacitación en aspectos enológicos como comerciales.


El proyecto regional de enfoque territorial del INTA en los valles andinos y el noreste de San Juan, aunque perfectible, ha mostrado su potencial para gestionar la innovación, integrando los componentes estratégicos de la institución a una agenda generada con los actores del territorio, explicó el Ing. Agr. Simón Tornello, quien coordinó dicho PRET. El técnico indicó que departamentos que no tenían presencia de INTA en San Juan, al cabo de estos años y por un gran esfuerzo institucional, cuentan ahora con una Agencia de Extensión Rural, con extensionistas que, junto a investigadores, han llevado adelante acciones concretas en este territorio. Sin el PRET este proceso de involucramiento de recursos humanos altamente capacitados difícilmente hubiera sido posible.