Cerrar los ojos e imaginar la provincia sin árboles puede ser un ejercicio difícil porque gran parte de los sanjuaninos está acostumbrado a ver frondosas arboledas en su barrio o en su zona de influencia. Tan difícil como recordar que para que esto sea posible hubo visionarios que impulsaron planes de forestación y muchos vecinos que tomaron el compromiso de cuidarlos pensando en las generaciones futuras. Así se formó este oasis, que demanda cada año un plan forestal acorde al crecimiento poblacional y el desgaste de muchos ejemplares que deben ser renovados (sin contar los que se mueren por falta de agua).


Este año desde la Secretaría de Ambiente, lanzarán un Programa Forestal Provincial que comenzará a ejecutarse en julio y comprende la implantación de unos 50 mil ejemplares -en la que si bien participarán municipios y organizaciones sociales-, este organismo provincial se hará cargo de toda la logística. De este modo se evitará que los ejemplares no lleguen en condiciones de ser plantados como sucedía años anteriores cuando eran entregados a las comunas, y éstas a su vez a uniones vecinales, lo que producía un deterioro de los ejemplares. A la par se lanzará una campaña tendiente a poner en valor la importancia ambiental del árbol, generar conciencia individual y colectiva sobre el cuidado del arbolado público y promover la forestación en espacios privados.


Los principales promotores serán los chicos que integran los 700 clubes ambientales escolares de la provincia, en tanto cada persona o entidad que reciba un árbol firmará un acta de compromiso para cuidarlo.


La ejecución del programa estará a cargo de 5 brigadas conformadas por 10 personas cada una, más un coordinador que tendrá a cargo la plantación. 


"Esta es una actividad que pretendemos sea atravesada por distintos organismos del Estado provincial, los municipios y las organizaciones no gubernamentales ambientales, sociales, deportivas, religiosas, en definitiva el ciudadano común. Necesitamos un compromiso por parte de todos para tratar de cubrir las necesidades del arbolado público. Una limitación que tenemos es la cantidad de viveros y de especies que hay porque no queremos colocar plantines si no árboles que ya tengan más de 2 metros. A esto se suma la falta de agua, por lo que los municipios deben optimizar el riego con sistemas acorde a las necesidades", explica Raúl Tello, Secretario de Ambiente de la provincia y promotor del programa.


50 mil ejemplares


En la actualidad se están llevando adelante licitaciones destinadas a comprar 30 mil árboles en los viveros locales, a los que se sumarán unos 2.500 del Parque de la Biodiversidad, mientras que unos 3.000 plantines -también provenientes de viveros- serán dados en custodia a algunas escuelas para que los terminen de desarrollar hasta alcanzar la categoría de ejemplares. Así, y con el aporte, de municipios llegarán a las 50 mil unidades.


"Esta cifra quintuplica la cantidad de árboles colocados el año pasado, con lo cual estamos frente a un programa diferencial. Otro dato muy bueno es que estamos generando un documento de compromiso de todas las partes, pero sobre todo queremos implementar un acuerdo con el vecino. Vamos a desarrollar una tarea de forestación en la que se visitarán a las personas para comprometerlas a regar el árbol de la puerta de su casa, y explicar que sólo se necesitan dos baldes de agua por día para que crezcan bien", agrega el funcionario.


Las brigadas llegarán a diferentes puntos de la provincia a realizar el foso, colocar el ejemplar, y dejarlo en manos de un vecino cuando se trata de un barrio o de la comuna cuando sean espacios públicos 


Esos equipos de trabajo estarán conformados por más de 50 personas de distintas organizaciones sociales que recibirán una ayuda económica por el trabajo realizado durante un lapso de cuatro meses (desde julio hasta noviembre aproximadamente). Los municipios podrán aportar más trabajadores, herramientas y todo lo vinculado a la logística de la plantación masiva.


Sin duda esto marca una gran diferencia con planes anteriores en los que se entregaba los árboles a los municipios y muchos de ellos morían antes de ser plantados.


Censo previo y una ley


Para conocer cuáles son los lugares donde más se necesita desarrollar arboledas, se está llevando a cabo un censo forestal. Esta tarea también está destinada a conocer otros aspectos como el estado general de las especies del Gran San Juan y situación de riego de cada zona. Este sistema de monitoreo se extenderá en el futuro a Pocito, Caucete y Albardón. Un tercer pilar para fortalecer la forestación de la provincia, es a juicio de los especialistas de la Secretaría de Ambiente, un cambio en la actual Ley de Arbolado Público, por lo que trabajan en un proyecto que será enviado en poco tiempo a la Legislatura Provincial.


"Hay algunos puntos grises dentro de la ley actual. Además de eso la nueva propuesta incluye un política ofensiva para la forestación de la provincia a través de ejes no contemplados como la participación del vecino, es decir que cada ciudadano tome más responsabilidades sobre el árbol de la puerta de su casa. Otro de los ejes es la entrega de un plan de manejo del arbolado que será repartido en todos los departamentos", indica Tello.


Uno de los grandes inconvenientes en la provincia es la falta de agua y sobre todo la escasa instalación de sistemas de riego que permitan la optimización de este recurso. Al respecto Tello asegura que "tenemos un esquema de riego que está obsoleto y lamentablemente ha habido una orfandad de los árboles, algo que depende principalmente de los municipios. Es un problema de mucho tiempo que también tiene que ver con la distribución del agua. Hay que plantearse como hacer en el futuro cuando tengamos menos recurso hídrico. Se deben buscar nuevos sistemas de riego y aplicarlos, algo que deben hacer los municipios. Somos tres los que tenemos parte en esto, el Estado provincial, los municipios y el vecino frentista que también se tiene que hacer cargo", concluye.


En definitiva, la vida de cada espacio verde, depende de todos, si el objetivo es preservar el oasis a pesar de todas las carencias. 



Las especies elegidas


Gran parte de los ejemplares elegidos son de especies que se adaptan muy bien al clima y suelo de San Juan para favorecer el crecimiento, preservar la estética de cada zona, y mantenerlas con cantidades de agua acorde a la escasez actual. Entre las que llegarán a distintos puntos de la provincia se destacan las siguientes: acacias, fresno americano, jacarandá, aguaribay, lapachos blancos, rosados, moras, plátanos, entre otros.