Los gastos por la comida que se consume en una casa son los más fuertes del mes dentro del presupuesto familiar. Buscar promociones en nuestras marcas de confianza es una manera estupenda de ahorrar pero la comida no es una partida de nuestro presupuesto en la que podamos reducir gastos si queremos mantener una dieta sana y equilibrada. Es por eso que para reducirlos y mejorar nuestra salud es necesario adoptar una serie de hábitos. Estos pueden ser el comenzar a consumir productos naturales de temporada o planificar el menú que se va a consumir durante la semana y, por consiguiente, la lista de compras de lo que realmente se necesita. Es importante ser conscientes de qué alimentos compramos y qué uso les damos para evitar desperdicios y, por tanto, gastos innecesarios. Comprar bien y barato es posible, así como optimizar el consumo de alimentos para aprovecharlos al máximo. En esto, la planificación es esencial en la compra y en la cocina. Prepara caldos, cremas y batidos con las verduras que no están como el primer día.

Consumir todo lo que hemos comprado en la compra semanal no siempre es posible, por lo que no es extraño que en nuestro frigorífico queden zanahorias, calabacines, berenjenas o remolachas que ya no están tan frescas como el primer día. Esto no significa que tengas que tirar esas verduras y frutas porque una forma estupenda de ahorro de comida es ser creativos a la hora de elaborar nuestros platos. Trocea y tritura esos alimentos para hacer sopas, cremas e incluso batidos. Así evitarás que acaben en la basura y, por tanto, sacarás mayor provecho de tu compra de alimentos.

Pero ¿cómo lograr estos y otros puntos? Pues en la siguiente te mostraremos una serie de tips que te ayudarán a ahorrar tiempo y dinero.

Planifica las comidas y tu lista del mercado

Si aprendes a planificar tus comidas haciendo una lista de lo que vas a consumir durante la semana, lograrás tener una visión más cerrada de lo que realmente necesitas. Este ejercicio te ayudará a hacer una lista de compras con solo los ingredientes que vas a necesitar. Así será más sencillo no realizar compras que no ayudan ni al bolsillo ni a nuestra salud.

No hagas compras impulsivas

Si vas al supermercado sin una lista y una ida fija de lo que vas a comprar, terminarás comprando cosas que no necesitas y que solo harás por el capricho del momento. Revisa siempre las ofertas disponibles y escoge la que más te convenga. Nunca vayas a comprar con hambre, esto hará que el subconsciente te traicione.

Haz un inventario de los alimentos que ya tienes

Cada cierto tiempo haz un repaso de los alimentos que ya tienes en casa y en cuanto tiempo caducan. Esto te ayudará a tomar tus previsiones para que no compres dos veces el mismo producto y evitarás que se te venza un producto.

Congelar antes que tirar

Congelar es una de las mejores maneras de evitar el desperdicio de alimentos. Esto nos permitirá consumirlos más adelante. ¿Cuánto es útil este método? Si hemos cocinado de más y no queremos comer dos días seguidos lo mismo. Para alargar la vida útil de algunas verduras (perejil, coliflor, brócoli, habas, etc.). Otros ejemplos útiles son: cortar el pan en rodajas y congelarlo para consumirlo por raciones cuando lo vayamos necesitando o conservar el plátano que ya casi está maduro para aprovecharlo después para un batido o para hacer un bizcocho.

Qué hacer con los trozos de verdura

Cuando ya has utilizado un trozo de cebolla, por ejemplo, su deterioro se acelera. Por eso, para evitar el desperdicio, en ocasiones es recomendable congelar esa parte que no vas a usar todavía. El problema de las verduras es que su textura cambia al congelarse y después puede resultar poco apetecible. Para evitarlo, congela esa verdura ya picada o en porciones. Puede que ya no te la comas de la misma forma que la verdura fresca, pero la tendrás disponible para hacer un sofrito y aprovecharla.

Gastar tu nevera y despensa antes de comprar

Una norma básica si no sabes cómo ahorrar en comida es no comprar lo que no necesites. Mantener el orden en tu nevera y en tu despensa te será de gran ayuda para lograr este objetivo. De esta forma, podrás ver claramente si te queda arroz, legumbres o pasta. Debes ser consciente de qué alimentos tienen disponibles para cocinar, y también es importante que vayas gastando primero los que llevan más tiempo almacenados porque su fecha de caducidad estará más cercana.

¿El aceite se reutiliza?

En nuestras comidas, para ahorrar dinero, una de las cuestiones básicas de la dieta es la reutilización del aceite, porque además es uno de los productos más caros de nuestra cesta de la compra. No te preocupes por hacer esto, siempre y cuando esté limpio y sin requemar. El número de usos del aceite, aunque lo hayas utilizado para freír, depende también del tipo de aceite. Por ejemplo, el de oliva es más resistente que el de girasol, por lo que aguantará más tiempo. En este sentido, hay productos a los que no puedes renunciar en tu hogar pero siempre puedes encontrar marcas de calidad a buen precio gracias a nuestras ofertas.

Qué alimentos son más económicos pero saludables

Hacer comidas baratas y sanas es posible, ¡siempre que sepas cómo lograrlo! Las legumbres permiten elaborar platos más abundantes a menor precio. ¿Verdad que unos garbanzos o unas lentejas dan para mucho? Y, encima nos aportan fibra y proteínas. Además, son igual de saludables en conserva y salen más baratas. Un truco al comprar carne de ahorro es elegir los cortes más económicos para hacer guisos quedan deliciosos o arroz.

Recicla tu comida

El concepto de reciclaje también lo puede aplicar en la cocina. Un gran ejemplo de esto es el hecho que puedas hacer unas croquetas con tus sobras de carnes y pescados. Si lo que sobran son las hojas verdes de las coliflores y del brócoli, acelgas, u otras partes de las verduras son candidatas perfectas para hacer un rico caldo, una crema de verduras o una deliciosa tortilla.

Compra productos de temporada

Estos productos son más baratos cuando se cosechan que en otras épocas del año por la sencilla razón de que en ese momento la oferta es mayor. Intenta priorizar el consumo de alimentos que estén en temporada para ahorrar y aprovechar al máximo sus nutrientes.

Evita alimentos sobreprocesados

Evidentemente este tipo de productos suelen costar más caros que los productos naturales. Para colmo, estos alimentos no ayudan en nada a nuestra salud por la gran cantidad de grasas saturadas y aditivos alimentarios que solo incrementan nuestra sensación de hambre. Si necesita comer fuera de casa, te recomendamos llevar tu comida hecha en casa en un taper.

Comer más alimentos de origen vegetal

En todo lugar del mundo los vegetales (verduras, hortalizas, cereales, frutas, legumbres, etc.) son más baratos que los pescados y las carnes. Así, que trata de incluir siempre una proporción mayor de alimentos de origen vegetal en nuestra dieta. No solo ahorrarás dinero sino que te beneficiarás de una alimentación más equilibrada.

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