La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) advirtió una caída generalizada en esta parte del mundo. En el caso de Argentina la baja sería del 7,7% interanual.


En Argentina se cosechará un 7,7% menos que en 2018, lo que arrojaría un volumen de 13,4 millones de hectolitros (Mhl) contra 15,5 Mhl del año pasado.Sudáfrica, en tanto, esperaría una producción de 9,3 Mhl, tras ceder un 1,6%, todavía afectada por la sequía. Mientras que en Australia, las olas de calor registradas durante su verano habrían tenido un fuerte impacto en la producción, que la OIV estima que quedará en los 11,8 millones de hectolitros de vino, con una caída del 8,2%.El retroceso más marcado es el esperado en Chile, donde su vendimia no debería pasar de 10,5 millones de hectolitros, un 18,6% menos que su anterior campaña.


Nueva Zelanda es, según este vaticinio de la OIV, el único principal productor del Hemisferio Sur con aumentos significativos previstos (+2,8%), hasta 3,1 Mhl.


Se espera una producción estable en Uruguay, donde se deberían rondar los 750.000 hectolitros de vino producido y la OIV prevé que la elaboración brasileña no supere los 2,8 millones de hectolitros, con lo que firmaría un descenso del 9,2% respecto a la producción que alcanzó un año antes.