El rumor va y viene como las olas montadas por los surfers en Cuesta del Viento: la baja en la cota de ese dique, dicen, se debe a que la mina iglesiana Veladero se lleva casi toda el agua. Esa es la versión que siguen sosteniendo algunos productores agropecuarios de Jáchal, que son quienes están sufriendo las restricciones en el riego. Pero esa misma tesis es desestimada por completo por las autoridades provinciales, quienes afirman que hay una crisis hídrica pero que no guarda relación alguna con la actividad minera, sino con un fenómeno natural de escasas nevadas durante el invierno pasado, algo que incluso ya había sido pronosticado a nivel oficial.
Con el avance de la crisis, los productores del Norte sanjuanino tuvieron que enfrentarse a una restricción adelantada del agua de riego para las 8.000 hectáreas con cultivos que hay en Jáchal. Empezaron a tener reuniones y asambleas, en las que los regantes mostraban su preocupación. Y en todos esos encuentros se dejaba ver una postura: el uso minero del agua, planteaban algunos agricultores, era un motivo capital de la sequía. Esta postura volvió a escucharse en las últimas semanas, de la mano de una postal impresionante: Bajo Colola, el pueblo que había sido tapado por el agua al llenar el embalse de Cuesta de Viento, volvía a mostrar sus cimientos tas casi 12 años (de esto quedó registro en la edición de DIARIO DE CUYO del domingo pasado).
Por eso los reclamos contra el uso del agua que se hace en Veladero volvieron a ser a voz alzada. En todos los casos, exigían respuestas de parte de Hidráulica, con cuya delegación jachallera ya habían mantenido reuniones en su sede, que se había visto desbordada.
Ante el nuevo avance de la vieja tesis, las autoridades de Hidráulica a nivel provincial salieron luego al cruce. El primer argumento se resuelve en una pregunta: si la baja histórica en la cota de Cuesta del Viento es provocada por la minería, ¿por qué entonces sucede exactamente lo mismo en el Dique de Ullum (ver página 10), donde la actividad de Veladero no tiene absolutamente ningún tipo de influencia hídrica? Al dique iglesiano llega el agua del río Jáchal, mientras que Ullum embalsa agua que proviene, originariamente, de los afluentes del río Calingasta.
A esto, Hidráulica le suma otra explicación: la sequía es producto del bajo nivel de nevadas que hubo en la última temporada, asegura. Y sale a la luz un dato histórico, y es que este fenómeno es el segundo en gravedad registrado en los últimos diez años.
Las consecuencias no sólo afectan al agro, sino también a la producción de energía, que es la otra aplicación directa de los diques. Por ejemplo, por tener tan poca agua, Cuesta del Viento ahora produce menos de la mitad en su central hidroeléctrica. Y el caudal del río San Juan, a la vez, este verano trajo cerca de un 30 por ciento menos de agua que su promedio histórico.
Pero la situación no termina aquí. Los cortes de agua para los regantes jachalleros continuarán hasta junio próximo. Así que, en ese marco, ya hubo varios de ellos que hicieron un pedido ante Hidráulica: que también se le restrinja el uso del agua a Veladero, que tiene derecho a manejar 110 litros por segundo. Cantidad que, según datos oficiales, representa alrededor del 1 por ciento del caudal del río.