La Nursery está en plena temporada explicó la cridora Mónica Fernández. Cuenta con incubadoras y cámaras de cría para los pichones recién nacidos que deben ser alimentados manualmente.



La cría en cautiverio y comercialización de aves exóticas es una actividad en alza en el mundo entero. En gran parte la extinción a manos de ciudades y parques agroindustriales de los antiguos ambientes naturales de la fauna silvestre han contribuido a esta realidad y hoy los criaderos son verdaderas "Arcas de Noé" para la conservación genética de estas especies.


Este es el caso del Centro de Cría o Aviario La Martina, del departamento Albardón, donde el enólogo Rubén Rubiño junto a su familia se dedican a la cría de psitácidos. 


Las psitácidas son una familia de aves psitaciformes o cuya rama inferior de su pico es más corta que la superior. Entre los más comunes conocemos a los loros o papagayos, las cotorras y los guacamayos entre otras especies de América y África, existiendo hoy unas 362 especie de esta familia


"La Martina es un emprendimiento familiar que comenzó en el año 2008 con la cría de una especie conocida por la mayoría de los aficionados como Agapornis Roseicollis. Su especialización es la cría y multiplicación de psitácidos en cautiverio", explicó Rubén Rubiño a Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO durante una visita esta semana.


"Luego nos fuimos entusiasmando y por ello creció este criadero", relató el criador agregando: "Es compromiso de toda la familia. Natalia mi esposa y mis hijas Guadalupe, Martina y Rosario, quienes de una u otra manera participan de esta actividad. La limpieza, la comida o preparar el pastón de cría o alimento especial para el desarrollo de los pichones; son labores comunes".


El inicio se remonta al año 2008, "comencé con tres parejas de Agapornis y por providencia divina se fueron dando las cosas. Actualmente estamos criando 31 especies de psitácidos, dentro de los cuales hay una especie en particular que me gusta mucho, la Psittacula krameri o cotorra de collar. Creo que he llegado ya a obtener el 95% de las mutaciones de color existentes para esa especie", indicó orgulloso.

Nursery

Durante la recorrida y en la "nursery" de calle Arenales al 600 en Albardón, Rubiño comentó: "En este momento, iniciando la temporada de cría, tenemos 97 pichoncitos. En el aviario en sí y según el último inventario contamos con 422 animales".


"Nosotros hemos incorporado nuevas especies", explicó respecto del crecimiento del aviario, agregando: "El loro es un ave muy longeva. La pareja que entra al aviario es reproductora y uno le da todos los cuidados necesarios para un estar lo mejor posible y para que tenga una larga y mejor vida posible".


"El aviario está compuesto por una nursery o primer paso en donde las aves nacen para las especies que no incuban o se crían en las especies con una sola puesta al año y uno le extrae los pichones a fin de forzar una segunda postura". 


"En este último caso la idea es aumentar la multiplicación de las aves. Si criaran los pichones de la primer postura, solo tendrían una sola postura al año", agregó. Este dato no es menor, toda vez que del aviario dependen cuatro familias, la de Rubén y tres más en función de la mano de obra especializada que hoy demanda.


También cuenta con un criadero. En total el aviario suma unos 1.200 metros cuadrados cubiertos, con jaulones espaciosos donde se desarrollan viven los reproductores. 

 

Especialización
 


"Este proyecto demanda personal muy especial. Se debe amar al animal, dado que no se trata ya no solo de recibir el dinero por una contraprestación, sino de una especial entrega, observación, aprendizaje y especialización en esta labor; exigiendo pasión por lo realizado", comentó.


Y agregó: "Una virtud muy especial en esta tarea es ser muy observador. Ver si el ave está cómoda, alegre, que no hay "violencia de género" en la pareja entre otras cosas, son temas fundamentales. Cuando el ave está agresiva en la pareja debemos actuar, no son compatibles".


Indicó que "la Psittacula krameri o cotorra de collar es el ave que más criamos nosotros y es originaria de la India, pero con una afición a nivel mundial muy marcada. Nosotros trabajamos permanente trabajamos con la genética de esta especie para fijar sus genes recesivos, dominantes y co-dominantes".


"Por ello es muy apasionante obtener colores diferentes de los distintos tipos de cruzamientos de genes que uno hace. Una mutación o desorden genético es algo muy bonito pero que no sobrevive en la naturaleza, debido a su diferencia de color con sus hermanas de bandada, además de ser un animal más débil generalmente", comentó Rubiño sobre esta actividad apasionante que cuenta con unos 8 criaderos en San Juan.


 

LA FRASE



"Es muy apasionante obtener colores diferentes de los distintos tipos de cruzamientos que uno hace".
Rubén Rubiño - Aviario La Martina

En la vanguardia de los criaderos del mundo

Incubadora. Los huevos de las diferentes especies reciben la temperatura justa hasta su eclosión.




Cada ave tiene su encanto en este aviario, La Martina, del departamento Albardón, uno de los más renombrados en el país y que cuenta además con una sala de cuarentena para las aves importadas, con todas las habilitaciones correspondientes.


La Psittacula krameri o cotorra de collar es una de las preferidas por Rubén Rubiño y su familia por ser "un ave diferente y hermosa que la gente prefiere como desafío de crianza, a partir de las combinaciones de mutaciones de diferentes colores".

Cámara de Cría. "Los pichones son cuidados al extremo", indicó el enólogo y exciclista Rubén Rubiño.




Relató que entre las más de 30 especies criadas hoy en el aviario, "están los Agapornis personatus pero solo en su genética pura, una de las 9 especies existentes en el mundo. En Sudamérica no existen especies puras, sino híbridos por cruzamientos y por ello yo apuesto solo a la genética pura".


Otra especie importante en el podio del aviario es el Ecleptus Ruratus o loro ecléctico, animal muy tranquilo con el macho azul y hembra roja, "muy difícil de criar", explicó el enólogo Rubiño.


 

José Andrada y Pablo Montivero son formados por Rubén Rubiño en el aviario albardonero La Martín. 




Conocimientos

Los aviarios hoy son verdaderos bancos genéticos para la humanidad y así lo entiende Rubiño a la hora de invertir.


"El año pasado viajé personalmente a elegir los animales a Bélgica y Holanda, los mejores países a la hora de buscar genética para renovar y nutrir la sangre de un criadero de esta naturaleza", indicó.


"Además en estos viajes se puede aprender lo último en genética y nuevas tecnologías aplicadas a esta pasión. Así crece la avicultura en Argentina. La distancia con los centros más importantes del mundo es solo de capital y dos años", afirmó el especialista en psitácidos.

Psittacula krameri, mutación lutina, el guacamayo rojo, ara arauna y el azul y amarillo -tapa- son criados en Albardón.


 

Exportación

Consultado por la inserción internacional de la provincia indicó: "Es un mundo apasionante. Integramos redes y asociaciones como la Asociación de Psitácidos y Ornamentales San Juan, dirigida por Javier Porras. Y también a nivel internacional".


Agregó que "hoy la exportación de aves para San Juan y Argentina en general es una materia pendiente. He tenido propuestas de Arabia, Kuwait y México entre otros mercados, pero cuando te arman el pedido potencial, la cantidad que uno y los colegas del país disponen no nos alcanzan".


Aviarios hay muchos en Argentina, Brasil y Chile. Pero este criadero está a la vanguardia en genética y aplicación de conocimientos.