Corría el año 1846, cuando en un escrito publicado en la revista The Athenaeum de Londres, publicado el 22 de agosto, se leyó por primera vez la palabra “folklor”, usada por el arqueólogo inglés William John. Casi un siglo después, pero también un 22 de agosto, se realizó en Buenos Aires el Primer Congreso Internacional de Folclore, que reunió a representantes de 30 países, quienes instauraron esta fecha como Día Internacional.

El folclore argentino también se conmemora este día, ya que se recuerda el nacimiento de Juan Bautista Ambrosetti, reconocido como el padre de la ciencia folclórica argentina, debido a que fue la primera persona en realizar estudios formales y sistemáticos del folclore argentino.

Gracias a la educación que recibimos de pequeños, todos hemos tenido que bailar en algún momento alguna pieza folclórica o aprendido una canción tradicional de este estilo. Folclore se trata de tradiciones, de lo que nos representa y nos hace como sociedad. Se trata de hechos sociales, estéticos, compartidos en comunidad y que se trasmiten de generación en generación. Este último aspecto es muy importante, ya que si no nos tomamos el trabajo que generaciones más jóvenes conozcan el folclore, este como tradición argentina podría desaparecer.

Folclore nos habla de un saber popular que incluye bailes, música, leyendas, cuentos, artesanías, coplas entre otras manifestaciones.

Para Marisel Illanez, bailarina y directora de la compañía de danzas Alanzaseca, elegir unos pocos temas que identifican el folclore argentino es difícil, ya que al poner el cuerpo en cada interpretación, se baila todo, tanto lo popular como lo desconocido para el común de la gente. “En mi caso ‘La última huella’ de Argentino Luna es una gran obra”, recomienda.


También Entre la infancia y el Hombre, de Alfredo Ábalos y los Carabajal y Zamba de Enamorar, de los Chalchaleros.

“Los elijo porque han marcado momentos en mi carrera como bailarina. Los elijo y los voy a elegir siempre, más allá de que siempre hay cosas novedosas y muy lindas para bailar. Cuando uno baila no sol se sigue el compás, sino que además, casi como consecuencia directa, se debe interpretar la musicalidad, eso es arte”, detalla Marisel.

Por su parte, David “Diablito” Martínes, cantante folclórico reconocido en la provincia por haber representado a San Juan en varios festivales nacionales, afirmó que para él “San Juan por mi sangre” es el himno que todo sanjuanino debería conocer de “pe a pa”.

“Cómo no amarte San Juan” es otra de sus recomendaciones para conmemorar este día, sin dejar de lado esa que nos sabemos todos, porque la hemos escuchado centenar de veces y muchas de ellas la hemos gratado con pasión similar a un cántico de cancha, “Zamba para olvidar”, que para Diablito es “uno de los temas más universales del folclore”.

Sin duda, esta fecha debe servir para revalorizar lo que forma parte de nosotros, de nuestro ADN, la base de nuestras raíces, de lo que fuimos, somos y seremos. Festejar, proteger y defender el folclore argentino es hacerlo por todas aquellas cosas que nos constituyen e identifican como pueblo. Entonces tomate unos minutos, prepárate unos mates y subí el volumen de tu equipo a todo lo que da con estas piezas recomendadas que son exquisitas.