Si hay algo que una familia debe tener en cuenta en estos meses de frío es el ahorro del consumo de gas y electricidad, de lo contrario las facturas de estos servicios desequilibrarán la economía doméstica.
El secreto es consumir en forma racional, es decir usando bien cada recurso.
Aquí algunos detalles para poner en práctica:
* No usar el horno para calefaccionar los diferentes ambientes. Se calcula que un horno consume como cuatro hornallas encendidas a la vez. Cuando se use para cocinar no abrir la puerta si no es necesario y cocina los alimentos en fuentes de vidrio ya que aceleran el proceso de cocción. Evitar colocar alimentos directamente sacados del freezer. Es mejor descongelarlos antes, para acortar el tiempo que estarán dentro del horno.
* Apagar los pilotos de los aparatos cuando no se estén usando: es conveniente que estén limpios para que cumplan mejor su función y consuman menos gas. Lo mejor es hacerlos revisar por alguna persona especializada por lo menos una vez al año.
* Las llamas de las hornallas deben ser estables y de color azul. De lo contrario implica que algo funciona mal y gasta más gas. No dejar que la llama de la cocina sobrepase el fondo de las ollas o cacerolas. Si se tapan las ollas la comida se cocinará más rápidamente. Cuando el alimento lo permite, usar la olla a presión, la cocción será mucho mas rápida.
* No tapar los radiadores o calefactores con muebles y no usarlos para secar ropa. Regular la temperatura en 22º C, que es la temperatura óptima para una casa.
* Controlar que las puertas y ventanas cierren correctamente, si no es así, utilizar material aislante para corregir el problema. Dejar entrar los rayos del sol, ayuda a calefaccionar y hace bien a las plantas de interior.
* Colocar la temperatura del agua correspondiente al clima para no tener que mezclarla con la fría: si se debe abrir la canilla de agua fría para poner óptima la temperatura de la ducha o el grifo, significa que se está derrochando gas. Si se evita mezclarla, alarga la vida útil del termotanque o calefón. Si estos tienen termostato, la temperatura debe estar regulada entre los 45º y 50º C.
* Controlar el medidor por lo menos una vez cada 2 meses: para eso hay que cerrar la llave de servicio de la casa y tomar nota del número del medidor.
Pasadas 1 o 2 horas, volver a fijarse en la cifra. Si el número ha aumentado, quiere decir que hay una fuga y que debe solucionarse de inmediato. Si el medidor no se ha movido, se puede quedar tranquilo hasta el próximo control.
* Es importante calefaccionar sólo los ambientes que se utilizan.
* Calefaccionar en exceso no es saludable.
* La mayoría de los lavavajillas pueden conectarse a la tubería de agua caliente producida por el calefón o termotanque. Así se evita calentar agua con electricidad y ahorra tiempo y dinero. También los lavarropas pueden conectarse al agua caliente y al agua fría, con resultados semejantes de ahorro.
* Los calefones, termotanques de alta recuperación y calderas individuales se encuentran entre los artefactos hogareños que consumen mayor cantidad de gas por metro cúbico, según informa Ente Regulador del Gas (Enargas).
