Fuerte presión. Senadores de la oposición están decididos a convertir en ley su plan. El Gobierno tiene iniciativa propia y si no logra imponerla vetará lo que apruebe el Congreso.


 

La oposición logró ayer emitir dictamen del proyecto de ley que retrotrae los valores de las tarifas de servicios públicos a noviembre de 2017, en tanto el oficialismo firmó otro dictamen para debatir un proyecto de ley que baja el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a las boletas de electricidad, gas y agua para usuarios residenciales.

La iniciativa, de ese modo, quedó lista para ser debatida el próximo miércoles 30 de mayo.

Si el peronismo logra aprobar el proyecto enviado a Diputados, este será ley.

Por el contrario, si el oficialismo logra negociar el apoyo a la iniciativa que presentó el interbloque Cambiemos, sobre el final de la audiencia plenaria de comisiones de ayer, el expediente deberá volver a la Cámara baja.

La iniciativa que en el Senado apoyaron el Justicialismo y el kirchnerismo propone retrotraer los valores de las tarifas de servicios públicos al 1 de noviembre de 2017 y establece que las subas no pueden ser mayores a los aumentos de salarios.

El costo fiscal, según estudios preliminares de la Oficina de Presupuesto del Congreso, ascendería a casi 80.000 millones de pesos, tanto para las arcas nacionales como para las de las provincias, sólo durante 2018.

Ese número aumentaría a casi 90 mil millones de pesos más en 2019.

En cambio, el proyecto del oficialismo busca rebajar, por doce meses prorrogables, a la mitad la alícuota del IVA para usuarios residenciales que actualmente alcanza el 21%. Asimismo, rebaja del 27% al 21% el monto del mismo impuesto para micro, pequeñas y medianas empresas.

La propuesta de bajar el IVA a las tarifas de servicios públicos tendría, según informó el jefe del interbloque Cambiemos, Luis Naidenoff, un costo fiscal de "entre 20 y 25 mil millones de pesos".

La decisión de presentar un dictamen alternativo fue tomada luego de que el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, propusiera esa salida al presidente Mauricio Macri el lunes. Unas horas antes, el cordobés Juan Schiaretti había presentado la misma idea a través de una nota que hizo llegar al Senado. No obstante, el peronismo, pese a que sumó la firma de senadores que no pertenecen al Interbloque Argentina Federal, logró dictamen a último minuto.

La audiencia, que contó con la presencia de especialistas en materia de energía, se desarrolló en un clima tenso, provocado por los ingresos y las salidas permanentes de legisladores de la oposición del Salón Arturo Illia.

La expresidenta Cristina Kirchner, en tanto, no participó nunca de la reunión y sólo salió de su oficina para firmar el dictamen, tras lo cual volvió a tomar el ascensor exclusivo para senadores y regresó a su despacho.

Más temprano, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) manifestaron su rechazo al proyecto de ley del peronismo, al considerar que "agravaría la situación" del interior del país.

El presidente del ENRE, Andrés Chambouleyron, advirtió que la iniciativa "agravaría la situación" del interior del país. "Pierde el interior porque tiene que volver a subsidiar de sus bolsillos los déficit a Cammesa y, eventualmente, a Edenor y a Edesur". "Las provincias le deben a Cammesa 13.500 millones de pesos y cada mes se tiene que recaudar ese importe para hacer los pagos a la generación de transporte y parte de combustible", explicó.