Negociación. El presidente Macri negoció el plan con Lagarde y con el Fondo para paliar la abrupta depreciación de la moneda de principios de mayo.

El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó formalmente ayer una línea de financiamiento de 50.000 millones de dólares para Argentina y desembolsará de inmediato 15.000 millones de dólares que servirán para aplacar la turbulencia cambiaria en el país sudamericano.

En un comunicado, divulgado casi al mismo tiempo en Washington (EEUU) y Buenos Aires, autoridades ratificaron que la medida se enmarca en el acuerdo de financiamiento "stand-by" por tres años. Una aprobación preliminar se había conocido el 7 de junio.

Los 35.000 millones de dólares restantes estarán disponibles a lo largo de la duración del acuerdo, aunque Argentina ya ha informado de momento que serán tratados "con carácter precautorio".

"La decisión del directorio (del FMI) permite a las autoridades (argentinas) realizar una compra inmediata de 15.000 millones de dólares, equivalentes a 10.614 millones de derechos especiales de giro. La mitad de ese monto (7.500 millones de dólares) se destinará al respaldo presupuestario", dijo el Ministerio de Hacienda y Finanzas de Argentina.

"El monto restante (35.000 millones de dólares) estará disponible a lo largo de la duración del acuerdo, supeditado a exámenes trimestrales a cargo del Directorio Ejecutivo (del FMI)", agregó en un comunicado.

El apoyo del FMI busca reducir el alto déficit fiscal y bajar la asfixiante inflación que soportan los argentinos, sin descuidar los preocupantes niveles de pobreza. "Este es un plan que fue diseñado y es propiedad de las autoridades argentinas", enfatizó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, durante una conferencia de prensa en suelo estadounidense.

Como parte del acuerdo, Argentina acelerará el ajuste fiscal que está llevando a cabo para reducir su déficit primario, que deberá ser del 1,3 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) el año próximo (frente al 2,2 por ciento previsto anteriormente) para alcanzar el equilibrio fiscal en 2020.

Por otro lado, se prevé unas pautas de inflación del 17 por ciento para 2019, el 13 por ciento en 2020 y el 9 por ciento en 2021. Tras la devaluación del 33 por ciento que acumula este año el peso argentino, los analistas estiman que la inflación este año tendrá un piso de al menos un 27 por ciento.

El préstamo por 50.000 millones de dólares a tres años aprobado ayer en Washington, es el mayor que haya otorgado el Fondo en su historia y, a diferencia de los que cerró en el pasado con Argentina, en esta oportunidad incluye una cláusula social que permitirá monitorear indicadores sociales permitiendo "relajar", según definió el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, las metas fiscales ante una situación de urgencia que así lo requiera. En ese sentido, el Fondo destacó en su comunicado la inclusión de estas medidas en el acuerdo "para proteger a los segmentos más vulnerables de la sociedad manteniendo el gasto social y, en caso de que las condiciones sociales desmejoraran, abriendo margen para incrementar el gasto en la red de protección social argentina".

De este modo, el FMI vuelve a Argentina, país donde su sola mención hacía renacer las sombras de la gran recesión de comienzos de la primera década del siglo. Esa profunda crisis desembocó en la suspensión de pagos de 2001, de la que gran parte de los argentinos aún culpa a las exigentes 
recetas del Fondo. Reuters, Efe y Télam


 

"Confianza"


La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, aseguró que el programa acordado "tiene todas las oportunidades de ser un éxito" y sostuvo que su aprobación es una "evidencia de la confianza" de la comunidad internacional a las reformas económicas que encara el Gobierno. Lagarde realizó estos comentarios en una conferencia después de que el Directorio Ejecutivo del Fondo en Washington aprobara el acuerdo. "Es una evidencia de la confianza de la comunidad internacional" en las reformas, mencionó Lagarde.