La devaluación de casi el 22%, escalada del dólar blue, la suba de precios y la casi certeza de una inflación de dos dígitos en agosto, licuó las mejoras salariales, por eso, crece la presión al Gobierno para la reapertura de paritarias.

La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), al mando del diputado del Frente de Todos (FdT) Hugo Yasky, reclamó ayer "una suma fija urgente de 75 mil pesos, medidas para recomponer los ingresos de los sectores populares y para detener la escalada inflacionaria de los formadores de precios".

En tanto, la kirchnerista Asociación Bancaria (AB), al mando de Sergio Palazzo, solicitó de manera formal al Ministerio de Trabajo "la inmediata reapertura de la paritaria, según lo determinó la cláusula de revisión firmada en el último acuerdo".

A través de Palazzo y el secretario de Acción Gremial del sindicato, Gustavo Díaz, la Bancaria solicitó en una nota a la ministra de Trabajo, Raquel Olmos, "la reapertura de las negociaciones paritarias, porque el salario es la herramienta de subsistencia y mantenimiento económico de los trabajadores".

Por su parte, en un comunicado de la CTA firmado por Yasky y el secretario de Comunicación, Enrique Rositto, aseveró que el resultado de las PASO obliga a entender que "una parte importante del voto del domingo expresó un hartazgo y un profundo malestar ante una difícil situación en la vida cotidiana de las mayorías populares".

La entidad rechazó "los condicionamientos del FMI y las conductas antisociales de los especuladores"; exigió "un aumento uniforme por suma fija no inferior a los 75 mil pesos para todos los asalariados públicos y privados del país" y "un nuevo incremento para los jubilados".

"Hay que adelantar los aumentos del Consejo del Salario Mínimo, lo que tendría efecto inmediato en los programas sociales, y discutir los valores para el último trimestre", señalaron.