Otro dato sobresaliente que dejó la conferencia de prensa de Nicolás Dujovne es que el Gobierno está dispuesto a congelar la baja de impuestos que puso en marcha en estos dos años de gestión si "no cumple" con la meta fiscal que le impuso el acuerdo con el FMI.

"El plan inicial", aclaró Dujovne, consiste en "no modificar gravámenes". Pero "si en algún momento percibiésemos que tenemos dificultades con la meta de déficit de 1,3% del PBI para 2019, podríamos reconsiderar modificar algún cronograma de reducción de algún impuesto, no sabemos de cuál", consignó el ministro de hacienda y Finanzas.

En la Carta de Intención de la Argentina al FMI, las autoridades se comprometen a "reducir y eventualmente eliminar los impuestos distorsivos en línea con la reforma tributaria aprobada hacia finales de 2017, pero podríamos extender el período de implementación de algunas de estas modificaciones si fuera necesario para alcanzar nuestras metas fiscales". El Gobierno estableció un sendero para el mínimo no imponible de las contribuciones patronales que hace que los empleadores paguen menos por ese concepto de aquí hasta 2022.

"En nuestro escenario base, a la meta del 1,3 por ciento (de déficit) queremos llegar con ahorros del lado del gasto, y mantener inalterada la reducción de impuestos aprobados en la reforma tributaria, incluyendo los de reducción de retenciones a las exportaciones anunciados por el presidente", respondió Dujovne ante una pregunta concreta.