La jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal federal Carlos Rívolo rechazaron ayer ordenar nuevas medidas de prueba en relación a la llamada "pista Milman" en la causa por el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el 1 de septiembre pasado, al no hacer lugar a un planteo de la querella.

La magistrada consideró "irrazonable" dictar una medida de prueba cuando el fiscal que tiene delegada la investigación, Rívolo, "ha manifestado expresamente que el grado de convicción que asigna a las pruebas que componen la línea investigativa, no superan siquiera el examen para realizar las medidas que le fueron propuestas".

Al responder al pedido de pruebas, la fiscalía sostuvo que "al menos hasta el momento no existe, de los elementos recabados, indicio alguno de que los teléfonos celulares que utilizaran tanto el diputado del PRO como sus asesoras, Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco, registraren elementos de interés vinculados con el planeamiento y/o la ejecución del intento de homicidio contra la Vicepresidenta de la Nación, acontecido el 1° de septiembre de 2022". Así, los investigadores rechazaron "de momento" disponer esas medidas a la espera que otras que están en curso y de una decisión de la Cámara Federal porteña vinculada a un planteo para secuestrar el celular de Milman.

Milman es investigado a raíz de que un testigo declaró haberlo escuchado decir en el bar Casablanca, cercano al Congreso, días antes del intento de asesinato, la frase "cuando la maten voy a estar en la Costa"