Después de cuatro años turbulentos atravesados por el covid, la guerra en Ucrania y una sequía histórica que llevó a un estado desesperante las reservas del Banco Central, los argentinos enfrentan este domingo el desafío de elegir en las PASO los nombres que consideran los más aptos para reactivar la economía y recomponer los duros números sociales de la Argentina. Hay una oferta amplia con 27 fórmulas en la carrera presidencial pero todas las expectativas están centradas en tres que tienen sus propios matices: el oficialista Unión por la Patria (UxP) que de la mano de Sergio Massa quiere mantener en el poder al peronismo pese al mal gobierno precedente; Juntos por el Cambio (JXC), que después de la interna feroz que dinamitó su capital más preciado -"la unidad"- debe decidir entre la moderación de Horacio Rodríguez Larreta o la mano dura de Patricia Bullrich quién comandará en octubre, y eventualmente en el balotaje de noviembre, las chances de la oposición de volver a la Casa Rosada. Y el tercero en discordia es el libertario Javier Milei que buscará terciar entre las dos principales fuerzas electorales. Las chances de alzarse hoy con el triunfo de UxP y JxC están directamente ligadas a la performance que el líder de Avanza Libertad tenga en las urnas. En una "elección de tercios" como la llaman los analistas, Milei, con el guiño de los más jóvenes, aspira a convertirse en al menos el árbitro del acto electoral.

Esta vez, quedaron fuera de juego las dos principales figuras de la grieta: Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri, aún así, es una de las elecciones más importantes, y quizás más reñidas, de la historia de Argentina porque se ponen en juego dos modelos de país: el del Estado todopoderoso como es tradición en el peronismo, y el modelo del libre mercado, con reformas estructurales que esgrime la oposición, y que tiene en alerta a los sindicatos y la CGT.

En el año que se cumplen 40 años del retorno de la democracia, 35 millones de argentinos tienen cita con las urnas en las PASO en medio del hartazgo con la clase política que sigue sin darle respuesta a dos de los reclamos más recurrentes de la historia reciente: la inflación y la inseguridad. Pero pese al tropezón del gobierno de Alberto Fernández, el oficialismo tendría chances de pelear en las elecciones generales de octubre por el sillón de Rivadavia. Hasta mitad de 2022 esto parecía imposible después de la mayor derrota electoral en la historia que sufrió el peronismo en las elecciones legislativas de 2021 y que desnudó la peor fase del gobierno: el enfrentamiento descarnado entre el presidente y su vice y mentora, Cristina Fernández de Kirchner. A partir de ahí el gobierno se partió en dos, Alberto se convirtió en un mero espectador de la realidad y la chance de repetir aparecía como muy lejana en el horizonte. Sin embargo, el salto forzado de Sergio Massa al Gabinete nacional como superministro de Economía logró un relanzamiento de las expectativas de propios y extraños dentro de la coalición gobernante. Esto a pesar de que hoy todos los indicadores económicos y sociales están peor que a su llegada al Palacio de Hacienda.

La inflación interanual supera el 100% y derrite el poder adquisitivo de los salarios, mientras el dólar vuela por encima de los 600 pesos y la pobreza golpea a más del 40% de la población. Y ya se perdió la cuenta de las muertes violentas por la inseguridad y el avance del narcotráfico. Igual, Massa logró como ningún otro candidato del peronismo encolumnar todas las vertientes del PJ detrás de su postulación: desde la CGT, pasando por los movimientos sociales, y por encima de las pretensiones de reelección de Alberto Fernández y de candidato propio, de paladar negro K, que pretendía Cristina Fernández.

Igual, Massa tendrá que remarla. Su desafío será convencer a 35 millones de argentinos que están habilitados para votar hoy que es capaz de hacer como presidente lo que no pudo lograr como ministro de Economía. Los números no ayudan. Hay que desatar el nudo de una deuda billonaria en pesos que se agiganta mes a mes y que los economistas denominan "la bomba". También falta trazar una senda viable para el pago de millonarios vencimientos en dólares en 2024 y 2025 con el FMI. Aquí la gran pregunta es de qué tamaño será el ajuste por venir. Sin embargo, Massa podría resultar hoy, sin siquiera ganar las PASO, el precandidato más votado individualmente, lo que lo pone en una situación ideal para entrar al balotaje en octubre y encaminar la carrera a la Presidencia.

Pero a los méritos propios de Massa, que logró en poco tiempo una fuerte impronta internacional por las duras negociaciones que logró encaminar con el FMI, se sumó la feroz interna en JxC que leyó mal el escenario político al creerse que por la crisis tenía el resultado bajo el brazo. Estas disputas abrieron grietas impensadas en la oposición justo cuando el argentino de a pie reclama unidad y acuerdos para sacar del pozo al país. La pelea en el Pro, la principal fuerza dentro de la alianza opositora, que enfrentó a Horacio Rodríguez Larreta y a Patricia Bullrich, desorientó aún más a un electorado frustrado y ahora desencantado. Esto le restó poder de fuego. Las elecciones perdidas en la provincia de Córdoba, primero, y en Córdoba capital después, son el ejemplo más claro del castigo de los votantes a las ambiciones personales.

Hoy, el que gane dará un paso clave para las generales de octubre. Alberto Fernández ganó las PASO en 2019 con una ventaja amplia que vaticinaba un triunfo en primera vuelta en octubre. Y lo consiguió. Por eso, hoy puede comenzar a develarse el nombre del presidente 2023.

Piso electoral
45% 
 de los sufragios o el 40% y una diferencia de 10 puntos sobre el segundo postulante necesita un candidato para ser presidente en primera vuelta.

> Lo que se elige hoy

Además de la fórmula presidencial, en estas PASO se definirán los candidatos para los siguientes cargos: 130 diputados nacionales sobre un total de 257, 24 senadores en 8 provincias (Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz) y 19 parlamentarios del Mercosur por distrito nacional y 24 por distrito regional.

> Lo votado en el calendario 2023

Los 35.394.425 ciudadanos podrán votar en 16.950 establecimientos dispuestos por la justicia electoral en todo el país, en 104.577 mesas. En tanto, 451.355 argentinos podrán emitir su voto en el exterior.

En el calendario electoral 2023, un total de 18 distritos ya tuvieron sus comicios provinciales. El oficialismo nacional sumó triunfos en Formosa, Tucumán, La Rioja, La Pampa y Tierra del Fuego, en tanto que fuerzas provinciales se impusieron en Salta, Misiones, Córdoba, Río Negro y Neuquén. En las ocho provincias restantes JxC anotó victorias: como oficialismo en Jujuy (gobernador), en Mendoza (PASO local), en Corrientes (legislativa provincial) y al imponerse desde la oposición en Chaco, Santa Fe, San Luis, San Juan y Chubut.