Señor director:

Que éste es un año electoral se percibe con intensidad. La aparición en los medios de comunicación en sus tres versiones, radial, televisiva o gráfica, de diputados o senadores en ejercicio, de los que hasta ayer no se percibía su existencia y otros que ya cumplieron su mandato en funciones electivas o integraron administraciones anteriores, es notoria.

Ante el menor desliz del Gobierno, que los tiene de diversos calibres -por errores operativos, pero no ideológicos o derivados de la corrupción como hemos vivido anteriormente- emergen de sus profundos letargos, con lenguas especulativas electorales, escenificando algunas, melodramas con lágrimas por los jubilados.

Otros hipócritas. con cara de piedra y mirada de bebé de pecho como Sergio Massa, que nada hizo por ellos cuando estuvo al frente de la Anses y como jefe de Gabinete de Kirchner y además, sin ponerse colorado denuncia un presunto acuerdo espurio del Gobierno que beneficia a la familia Macri, cuando siendo ministro idóneo no movió un dedo para exigir el pago de la deuda del Correo Argentino. ¿Cuántas de éstas manifestaciones capciosas e ignotos personajes veremos este año?