Los inversores agrupados en el Comité de Acreedores de la Argentina rechazaron la oferta de canje de bonos del Gobierno , pero se mostraron dispuestos a buscar un acuerdo en "negociaciones de buena fe", que incluyan un programa económico "factible" para poner fin a las crisis económicas recurrentes del país.

"El ACC ha revisado la propuesta hecha por la Argentina, lamentablemente no puede apoyarla", indicó el grupo en un duro comunicado.

Los acreedores del país se quejaron de que la propuesta "unilateral" diseñada por el ministro de Economía , Martín Guzmán , quedó "muy por debajo" de sus expectativas, y además dejaron entrever su malestar porque el Gobierno no los buscó para negociar: nunca hubo "discusiones significativas", indicó el grupo, para intentar llegar a un entendimiento.

Pese a las críticas y la retórica dura, el comité respaldó los lineamientos oficiales para la reestructuración y dijo estar "listo y predispuesto" para buscar un acuerdo. El grupo "invitó" al Gobierno "a abandonar el camino unilateral y comenzar una verdadera negociación", y además mostró voluntad para hacer una "contribución equitativa" con una "concesión sustancial".

"El ACC y otros tenedores de bonos creen que el único modo viable de conseguir una resolución para la sostenibilidad de la deuda argentina es a través de negociaciones de buena fe, las cuales dependen del oportuno intercambio de información económica, sustentada en políticas concretas y factibles", indicó el comunicado del grupo.

"Dicha información y políticas no han sido compartidas, y el proceso seguido por Argentina antes de su oferta unilateral ha quedado muy por debajo de las expectativas de los tenedores de bonos, no habiendo existido discusiones significativas", agregó el grupo.

El rechazo inicial del grupo de bonistas -inversores internacionales, compañías de seguros, fondos comunes de inversión y administradores de carteras- fue el primer posicionamiento formal y público de un grupo de acreedores respecto de la oferta del Gobierno. Guzmán ya había dicho al presentar la propuesta que los principales acreedores del país, con los cuales el gobierno nacional sí ha tenido discusiones, también rechazaron la propuesta.

Mala recepción

La oferta del Gobierno tuvo una mala recepción en Wall Street, donde varios cálculos  estimaron que la quita propuesta por el Gobierno oscila entre el 64 y el 69% al comparar el valor actual de los nuevos bonos con los que poseen los bonistas.

A eso se suma que el Gobierno quiere postergar todos los pagos hasta 2023 y que, para los inversores, los nuevos cupones de intereses son muy bajos. El Gobierno ha dicho que la oferta se ajusta a la capacidad de pago del país.

Con todo, el comité de bonistas deja la puerta abierta, al "invitar" a la Argentina "a abandonar el camino unilateral y comenzar una verdadera negociación".

"En la medida en que Argentina esté preparada para entrar en un proceso de negociación de buena fe, el ACC cree que es aún posible alcanzar una solución sustentable a la crisis de deuda argentina", afirman los bonistas. "El ACC considera que un amplio grupo de tenedores de bonos está dispuesto a hacer una contribución equitativa a través de una concesión sustancial en las obligaciones durante el período que sea necesario para la implementación de políticas económicas, incluidas medidas estructurales. El ACC invita a la Argentina a abandonar el camino unilateral y comenzar una verdadera negociación", agrega.