El acuerdo entre Chile y San Juan para el ingreso de crianceros con el fin de hacer pastar los animales del país trasandino en la cordillera calingastina viene demorado en esta temporada: mientras que los últimos convenios se firmaron en noviembre, hasta el momento no hay avances. A pesar de que una delegación de la Embajada de Chile en Argentina estuvo en la provincia durante la última semana de octubre, la autorización al pastoreo, que en 2020 representó un ingreso de 310.000 dólares, no fue parte de la agenda oficial. Las autoridades locales dicen que esperarán hasta que el INTA presente un informe sobre el estado de los valles, pero los estudios no empezarán hasta dentro de al menos 15 días. A esto se suma que, en los últimos tres años, esta actividad fue suspendida, primero debido a la pandemia y, luego, por la sequía, por lo que todo apunta a que podría repetirse la suspensión y caerse otro acuerdo millonario.

Marcelo Fretes, director de Relaciones Institucionales, confirmó que todavía no existe un acuerdo para esta temporada y que todo depende de los resultados que arroje un estudio que realiza el INTA. Esta institución hace una serie de análisis en los valles cordilleranos donde determina si los humedales están en condiciones para soportar el pastoreo de las miles de cabeza de ganado que cruzan cada verano. Alejandro de Giorgis, el técnico a cargo de los estudios, aseguró que hasta mediados de noviembre no empezarán a hacer los viajes. Mientras tanto, a mediados de octubre, el Diario El Día, de Chile, publicó una nota en la que crianceros del otro lado de la cordillera ya pedían que avanzara un posible acuerdo, debido a que necesitan aumentar la superficie de pastoreo por la sequía que también los afecta. 

En San Juan, la decisión final dependerá del Ministerio de Gobierno, ya que, si bien las veranadas son una actividad de las que existen registro desde el siglo XIX, desde 2013 es la cartera que cierra el acuerdo. El ministro Alberto Hensel no respondió a las consultas de este diario para conocer cuándo podría haber una definición, mientras que Fretes dijo que, en las reuniones que hubo con autoridades chilenas, no se tocó el tema formalmente. De esta manera, la decisión podría quedar en manos de la gestión de Marcelo Orrego, que asumirá el próximo 10 de diciembre la Gobernación. 

El convenio de veranadas empezó a firmarse desde 2013, cuando entre las autoridades de San Juan y las de Coquimbo acordaban un valor que el gobierno trasandino le paga a la provincia por cada cabeza de ganado que cruza el límite para comer en territorio argentino. El último acuerdo que se firmó fue en octubre de 2019, cuando permitieron el cruce de 14.000 cabezas de ganado caprino, cada una a cambio de 4,5 dólares, y 4.000 de ganado mayor, por las que pagaron 20 dólares cada una. Esto representó 310.000 dólares que cobró la provincia, a cambio de que los animales pastaran en los valles altos de la cordillera de los Andes.  

El estudio del INTA será clave en la definición final. La institución tiene un registro histórico desde 1997 de cómo se encuentran los ecosistemas en cordillera y, hasta el año pasado, había una reducción de la superficie de flora natural. Si bien el informe no es vinculante y la decisión depende de las autoridades provinciales, en 2019, la cantidad de cabezas de ganado que recomendaron los técnicos fue la que finalmente se aprobó. En las temporadas 2020-2021 y 2021-2022, las veranadas se suspendieron por la situación sanitaria derivada del covid-19. Pero, en 2022, el INTA recomendó que no pasaran animales, debido a los efectos de la sequía, por lo que las autoridades provinciales no cerraron el acuerdo. Esta temporada, con un pronóstico hídrico un 30 por ciento menor al del año pasado, todo indica que podría repetirse el escenario y que, por cuarto año consecutivo, no habrá veranadas. 

Análisis del INTA

Desde 1997, el INTA estudia cómo se comportan año a año los humedales y la vegetación de los valles cordilleranos donde se hacen las veranadas. La vegetación de estos ecosistemas es de importancia para todo el ciclo hidrológico provincial, explicaron en el último informe publicado la temporada pasada, en el que recomendaron que no se hiciera el pastoreo con animales chilenos en la provincia.

El diagnóstico de los técnicos se basó en que la productividad primaria neta aérea (PPNA), es decir, la cantidad de vegetación en la zona, disminuyó un 9,3% en los humedales y un 29,7% en las estepas entre el 2007 y la actualidad. Además, entre 2013 y 2022, la medición de la capacidad del entorno para recibir animales sin sufrir daños cayó un 56%.

Autorizados
50
  mil animales de pastoreo menores, entre ganado ovino y caprino, ingresó a San Juan en la temporada 2019-2020, además de otras 1.400 cabezas de ganado mayor.

Menos vegas
10,8
  por ciento cayó la superficie total estimada de humedales en los valles cordilleranos desde 2014 a 2020, según el informe presentado por el INTA en la temporada pasada.