Llegaron a Pocito primero con la intención de trabajar en la recolección de tomate, ajo y cebolla, después empezaron a cultivar sus propias chacras y en los últimos años, en un intento por mejorar los ingresos, algunos empezaron a dedicarse al comercio. Son un grupo de familias bolivianas que, pasito a pasito, hoy tienen 18 negocios en el departamento, que suman el 15% del total de tiendas, que son 120, según datos del área de Rentas de la comuna.

El dato llama la atención porque, según reconocen en la Colectividad Simón Bolívar, una de las que nuclea a los bolivianos radicados en San Juan, la mayoría de dedica a la fabricación de ladrillos y al trabajo en el campo, pero sólo algunos se han empezado a dedicar al comercio en la zona de Pocito. Según Hermes Rodríguez, de la Cámara de Comercio de San Juan, no hay datos de comerciantes de esa nacionalidad con negocios en otros departamentos.

La mayoría de los comercios están dedicados a la venta de calzado y ropa e incluso también hay uno de insumos informáticos y están ubicados en lugares clave del área comercial pocitana, como son las calles Aberastain, Vidart y 11.

Para poder competir en precios con los negocios tradicionales de la zona, traen la mercadería de Flores, La Salada e incluso hacen escapadas periódicas a Bolivia, donde consiguen los artículos más baratos, según reconoció Julia Lía, una mujer que desde su Sucre natal llegó en el 2006 a trabajar en las chacras en Pocito y que desde el 2015 decidió abrir su propio negocio (ver aparte).

En Pocito se calcula que hay unas 100 familias bolivianas, que viven en el asentamiento David Chavez, la mayoría dedicada al trabajo en las chacras. Hay otros grupos de familias asentados en Rivadavia dedicados a la fabricación de ladrillos y algunos otros viven en Angaco y Albardón, todos dedicados a labores en el campo. No hay un cálculo de la cantidad de bolivianos que residen en San Juan, dijo Natalia Torres, de la Colectividad Simón Bolívar.

Lo que sí es cierto es que todos los originarios de ese país son reconocidos como buenos trabajadores y muy cumplidores. "Son gente muy guapa", dijo el intendente de Pocito, Fabián Aballay, y reconoció el crecimiento de negocios en manos de familias bolivianas en el departamento.

Según Torres, la mayoría de las familias que viven en la provincia son de las ciudades de Tarija, Potosí y Sucre, la capital de Bolivia, y se dedican principalmente a la fabricación de ladrillos y al trabajo en el campo. "Algunos tienen sus propias chacras y venden su producción, por ejemplo en el Mercado Concentrador de Rawson", dijo la mujer.

De los 18 comercios que hay en Pocito en manos de familias bolivianas, hay algunos que están en manos del mismo propietario. Se da el caso de un comerciante que tiene al menos 4 locales y otro tiene 2, que son atendidos por integrantes de la misma familia. La particularidad es que alguna familia se anima a abrir un comercio, y después otros integrantes van abriendo locales propios. Así, por ejemplo, uno de los miembros viaja a La Salada o a la misma Bolivia y trae mercadería para todas las tiendas, siempre en los rubros de indumentaria y calzado, con muy buenos precios. Es una manera de abaratar los costos.

"Son gente muy trabajadora y muy responsable con lo que hacen", dijo Carlos Fernández, de la Cámara de Comercio, Agro e Industria de Pocito.

Una emprendedora que busca un futuro mejor

Sevina Ortega llegó en el 2006 a Pocito para trabajar en la cosecha en las fincas del departamento. Pero a partir del 2016 y buscando un futuro mejor, junto a su pareja, pusieron un negocio de venta de ropa y calzado, con mercadería que traen desde las zonas comerciales de Buenos Aires, como Flores, pero también buscan buenos precios en La Salada. "Las ventas vienen flojas, pero esperamos repuntar", dijo la mujer.

Proporción

  • 18  Son los comercios de Pocito en manos de familias bolivianas, según datos del área de Rentas del municipio departamental. Dicen que van en crecimiento en los últimos años.

Asentadas

  • 100  Son las familias de origen boliviano que viven en la actualidad en el asentamiento David Chavez del departamento. La mayoría están dedicados a la cosecha y al cultivo de chacras.

Variedad

  • 120  Es la cantidad total de comercios que hay en Pocito, según datos oficiales del municipio. Hay de todos los rubros, venta de electrodomésticos, tiendas, mercados y almacenes.

Buscando mejores horizontes

"El trabajo en el campo era muy pesado y por eso decidimos poner un negocio", comienza diciendo Julia Lía, una boliviana nacida en Sucre, la capital del país, quien desde el 2015 se dedica al comercio. No es la única en la familia porque su hermana, Luisa Arcos, es dueña de varias tiendas que, como la de ella, venden indumentaria y calzado. Trae la mercadería desde Buenos Aires y también se hace escapadas a su Bolivia natal.


"Acá en Pocito hay muchas familias de origen boliviano y son gente muy trabajadora".
FABIÁN ABALLAY   Intendente de Pocito


"Muchos llegaron como trabajadores golondrina, pero luego decidieron quedarse".
CARLOS FERNÁNDEZ   Cámara de Comercio


"Es difícil entender por qué se vienen a San Juan porque en Bolivia las cosas están bien".
NATALIA TORRES   Colectividad Simón Bolívar