Una diferencia de 5 pesos por litro es lo que separa por ahora la posibilidad de un acuerdo en la negociación entre los viñateros sanjuaninos y el Grupo Peñaflor, con fraccionamiento en San Martín, para evitar la importación de caldos de Chile, una posibilidad que nadie quiere en el mercado local y menos en el Gobierno de San Juan. Ayer hubo un encuentro clave en el cuarto piso del Centro Cívico, sede de la cartera de la Producción, entre los representantes del grupo empresario y bodegueros y viñateros de la provincia en un intento por llegar a un arreglo, pero no lograron un entendimiento y quedaron en seguir negociando. Según fuentes de la reunión, Peñaflor ofreció hasta 85 pesos por litro de vino tinto genérico y los productores no se bajan de los 90 pesos. Frente a este panorama seguirán las tratativas.

A la salida del encuentro, Francisco do Pico, director de Relaciones Institucionales del Grupo Peñaflor, explicó que necesitan 4 millones de litros de vino en forma urgente porque tienen paralizado el fraccionamiento en San Martín, donde tienen la planta en San Juan. "Hay 150 personas paradas", dijo el directivo, pero evitó hablar de los números que están dispuestos a pagar. Y sobre la posibilidad de traer caldos de Chile sostuvo que "es algo que está bajo evaluación, pero la empresa lo quiere evitar". Y agregó que "esperamos resolver las diferencias".

La amenaza que pesa sobre el mercado local es que si no se logran salvar las diferencias de precio en la negociación, el grupo avance y traiga el vino de Chile, a un valor que se aproxime a lo que están dispuestos a pagar. Pero que, entre otras consecuencias, tiraría para abajo el precio del vino en el mercado sanjuanino.

El que hizo de mediador entre productores y empresarios fue el Gobierno de San Juan, con el ministro Ariel Lucero a la cabeza. Al término del encuentro, a puertas cerradas, el funcionario explicó que "en este caso la salida es el diálogo y debe quedar en claro que la oferta vínica está en la provincia". Y aclaró que "la peor alternativa sería la importación".

Cabe aclarar que lo que está pendiente es un acuerdo entre privados, en este caso productores y empresarios, y lo que está haciendo el Gobierno local es acercar las partes, pero no puede intervenir en forma directa.

Según las cuentas que sacan en el sector, hay 700 millones de litros de vinos disponibles en el mercado local, de los cuales 550 millones son tintos y 150 millones blancos. De modo que hay vino más que suficiente para atender las necesidades de Peñaflor. Más cuando queda menos de un mes para el 1 de junio, la fecha prevista por el INV para liberar los vinos nuevos, de la última cosecha, con lo cual Peñaflor podrá echar mano a los vinos de la vendimia del 2022. Pero, en el medio, está la necesidad inmediata, como los empresarios lo manifestaron, de contar con vinos a la brevedad para abastecer la planta de fraccionamiento y atender el mercado local, como Do Pico lo había anticipado.

Por el lado de los productores locales estuvieron presentes Mario Pulenta (Cámara de Bodegueros), Gustavo Samper (Cámara Vitivinícola) y del sector productivo Eduardo Garcés (Federación de Viñateros), Juan José Ramos (Asociación de Viñateros Independientes) y Pablo Martín (Mesa Vitícola). Este último explicó que "vino hay en el mercado local, pero falta que nos pongamos de acuerdo con el precio".

Lo que quieren los viñateros es, además de al menos los 90 pesos por litro, acordar buenas condiciones de pago y a no muy largo plazo. Porque ese valor no es de contado, sino en abonos quincenales y los productores quieren el dinero lo más pronto posible para empezar a hacer la previsión para un nuevo año vitivinícola.

 

  • EL ANTECEDENTE

El último antecedente de importaciones de vinos de Chile tuvo lugar entre el 2016 y el 2017. Por aquel entonces, los líderes dominantes del mercado fraccionador de la región (Peñaflor, Fecovita y RPB) importaron casi 100 millones de litros de vino, según indican los registros del INV. Y la queja de las entidades de San Juan fue que estaban cortados con agua y que eran de menor calidad, lo que representaba una "competencia desleal" para la producción local.

Según advirtieron en aquel momento, al "aguarlos" los chilenos lograban reducir costos. Y fue porque desde el 2013 el Gobierno de Chile, a través de un decreto modificó los alcances de la Ley 18.455 de Vino Adulterado y autorizó el uso del agua hasta un porcentaje del 7%, permitiendo un 5% a través de otros usos, como de lavado de equipos de molienda y disolución de aditivos.

Según el INV, se deben respetar las leyes del país de origen. en este caso, Chile.

 

COSECHA

452,8  Son lo millones de kilos de uva que se llevaban cosechados en San Juan hasta la semana pasada, según el último informe del INV. Hubo 105 bodegas que elaboraron vinos.