Lo que tanto temían los viñateros sanjuaninos al final se terminó produciendo. Es que, aunque recién se conoció ahora, en abril pasado dos grupos bodegueros terminaron importando 296.000 litros de vino de Chile. Así lo revelan los informes de Softrade, un Sistema de Consulta de Estadísticas de Comercio Exterior con el que trabajan los empresarios y que se nutre de datos de la Aduana Argentina. Con este paso nuevamente se encendieron las alarmas en el sector productivo local porque el temor es que cada vez que no se llegue a un acuerdo con los precios, los industriales terminen adquiriendo vino afuera del país, como ya ha ocurrido antes.

En lo que los sectores consultados coincidieron es que se trata de un volumen ínfimo, comparando con el movimiento mensual en el mercado de vinos, que es de unos 100 millones de litros. Es porque estos casi 300.000 litros serían apenas el 0,3 del movimiento mensual. Pero igual lleva preocupación al sector productivo. Y, entre otras consecuencias podría tirar para abajo el precio del vino en el mercado sanjuanino, lo que nadie quiere.

En medio de esta situación, el sistema Softrade tiene registrados en abril dos operaciones de importación de vinos de Chile. Una, de 192.000 litros, de la Federación de Cooperativas Fecovita, y la otra, de 104.000 litros de Peñaflor. El informe no consigna el tipo de vino ingresado, pero las fuentes consultadas sostienen que es a granel, es decir para envasar en el país.

En su momento, entre fines de abril pasado y los primeros días de mayo, el fantasma de la importación de vinos volvió al mercado local y fue porque se conoció que una de las firmas líderes de la región, el Grupo Peñaflor, con fraccionamiento en San Martín, estaba por importar vino de Chile porque no conseguía en San Juan.

En un encuentro con viñateros y bodegueros sanjuaninos, Francisco do Pico, director de Relaciones Institucionales del Grupo Peñaflor, admitió que estaba "bajo evaluación" importar vino.

El encuentro había sido promovido por el Ministerio de la Producción, porque incluso el área ofició de mediadora entre productores y empresarios, con el ministro Ariel Lucero a la cabeza. En esa oportunidad el funcionario dijo que "la peor alternativa sería la importación". Lo que se trataba de hacer era que el grupo bodeguero comprara el vino en el mercado local, pero las diferencias estuvieron en los precios entre lo que los viñateros pedían y lo que Peñaflor estaba dispuesto a pagar.

Ahora Lucero dijo que "me llama la atención porque el INV no registra la operación". El funcionario sostuvo que días atrás consultó al organismo y que no tenían registros de ninguna importación". De todos modos sostuvo que "si llegara a ser así se tratar de un volumen ínfimo que no generaría ningún efecto en el precio del litro de vino".

Fuentes del INV consultadas tampoco tenían registradas operaciones de importación en este último tiempo.

Entre los viñateros las operaciones generaron preocupación. "Son maniobras que encienden las luces y que son perjudiciales para el mercado", sostuvo Pablo Martín, de la Mesa Vitícola.

Desde la Federación de Viñateros, Eduardo Garcés sostuvo molesto: "Alguien nos está engañando porque nos dijeron que no se iba a importar".

Gustavo Samper, desde la Cámara Vitivinícola, que agrupa a las bodegas trasladistas, manifestó que "se sabía que iba a pasar, pero son operaciones puntuales, no de volúmenes importantes". Explicó que a veces, cuando no consiguen en el mercado local un tipo de vino y lo necesitan para sostener su fraccionamiento, recurren a traerlo de afuera.

No es la primera vez que los bodegueros traen vino de afuera. El último antecedente de importaciones de vinos de Chile tuvo lugar entre el 2016 y el 2017. Por aquel entonces, los líderes dominantes del mercado fraccionador de la región (Peñaflor, Fecovita y RPB) importaron casi 100 millones de litros de vino, según indican los registros del INV. La queja fue que era de menor calidad que el vino local.

Faltante

4 Eran los millones de litros de vino que necesitaban en Peñaflor para sostener el fraccionamiento, según dijeron desde el grupo.

Liberación y grado


El INV dispuso liberar los vinos nuevos a partir del pasado 1/6/22. Al mismo tiempo se comunicó el grado alcohólico mínimo determinado para los vinos genéricos cosecha 2022 y remanentes, tanto en Mendoza como en San Juan. El porcentaje de alcohol, que sólo varía entre ambas provincias para los vinos blancos, surge de los controles realizados cuando la uva ingresó a las bodegas y luego al final de la elaboración, con registro de existencias de vinos nuevos y viejos, la degustación correspondiente y el control analítico de los vinos genéricos viejos.

Para San Juan, vinos blancos (12,9 %v/v), tintos (12,8 %v/v) y rosados (12,8 %v/v).

Para el caso de Mendoza, blancos (12,4 %v/v), tintos (12,8

Se informó que se habían tenido en cuenta los antecedentes de carácter técnico sobre el desarrollo de la vendimia 2022 y su influencia en la unificación con los remanentes provenientes de cosechas anteriores.