La industria del vino está afectada por estos días por la fuerte suba de sus principales insumos que, por ejemplo, en el caso de las botellas, han tenido un incremento de un 60% en promedio en lo que va del año, según coinciden fuentes del sector. Y, para colmo, todavía no se terminan de solucionar los problemas de abastecimiento. La situación se debe, según los analistas, al impacto de la suba del dólar en el ámbito nacional, tomando en cuenta que la mayoría de los elementos provienen del exterior, a lo que se suma el fenómeno del aumento del valor del billete verde en el mundo. Esto último se ve en Estados Unidos, donde los precios al consumo se vienen acelerando y que ha motivado que la Reserva Federal haya tenido que subir las tasas de interés a valores por encima de las referencias históricas.

Todo esto se da en un panorama complicado para la industria por los recientes anuncios del Gobierno nacional de establecer trabas a las importaciones, que ha generado incertidumbre en los empresarios bodegueros porque dicen que podría sumar incrementos en los costos de producción.

En el caso de las botellas, para un vino de gama media, que oscila en los $500 en góndola, la unidad oscila en los $42, pero el problema para las bodegueros es conseguir la cantidad suficiente para atender los mercados, porque todavía no se solucionan los problemas de abastecimiento.

Otros elementos para "vestir" la botella de vino, como las cápsulas hay subido entre un 10% a un 15% en dólares en lo que va del año. El millar no se consigue a menos de entre U$S 45 a U$S 65.

En el caso de las etiquetas subieron entre un 30% a 35% en lo que va del año. Cada una cuesta unos $15. En el caso de la contraetiqueta, donde se consignan datos sobre el establecimiento elaborador a la vez que se hace una pequeña descripción del producto, como zona de elaboración y características del vino, tienen un costo de unos $5 por unidad.

El corcho o tapón, por su lado, se incrementó entre un 15% a un 20% en lo que va del año y el millar no se consigue a menos de entre los U$S 120 a U$S 140.

Por último habría que sumar el costo del cartón, que se utiliza en las cajas de embalaje, a razón de 6 botellas por cada una. Subió en promedio un 40% en los primeros 6 meses del año.

En medio de este panorama, el valor de la botella de vino en la góndola ha subido un 35%, según sostienen en el sector.

En este panorama, Mauricio Colomé, gerente de Casa Montes, sostuvo que "seguimos sin solucionar el problema del abastecimiento de botellas". A lo que se suma el problema de los fletes, según Andrés Berzenkovich, desde la Cámara de Bodegueros de San Juan. "Estamos complicados por el tema del gasoil porque los camiones tienen serias dificultades para conseguir en la ruta". A lo que agregó que "también estamos muy complicados con el aumento de los insumos".

José Alberto Zuccardi, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y dueño de la bodega homónima, según una nota que reproduce el diario El Cronista, mencionó que solo "las botellas incrementaron su precio desde el 1 de enero de este año a la fecha aproximadamente el 60%". A eso se suma el alza en el cartón y en las cápsulas de metal. "Sin lugar a dudas, los insumos subieron muy por encima de la inflación", según el dirigente.

Según los datos del Indec, en mayo la inflación en Argentina acumuló un alza del 29,3% en lo que va del año, mientras que el costo de los insumos está muy por encima de la cifra, según los datos recolectados.

El temor entre los protagonistas del sector vitivinícola es que las nuevas trabas a la importación puedan llegar a complicar aún más el escenario y a que no se vaya a solucionar en el corto plazo el faltante de gasoil para mover los camiones que transportan el vino.

Producto

500  Es en pesos lo que vale en la góndola la botella de vino de gama media. Uno de gama alta está entre los $1.500 a los $2.000. Y por supuesto que puede haber otros más caros. Son valores de referencia.

> Despachos, en alza

El consumo de vino en la Argentina sigue con una tendencia alcista. En el quinto mes del año se comercializó un volumen 7,3% superior respecto a 2021, lo que llevó el acumulado a un 4% por encima del mismo periodo del año anterior.

En mayo del 2022 se enviaron al mercado interno 4,4 millones de litros más que en mayo 2021.

Según los datos del INV, en mayo, se comercializaron un total de 64.775.000 de litros sobre los 60.373.400 que se vendieron en igual período de 2021.

Los vinos espumosos fueron los que tuvieron una tasa de crecimiento superior, con un 18,9% más que al año anterior, aunque solo representan el 4,8% del total. Los vinos sin mención varietal aumentaron un 8,3%, mientras que los varietales aumentaron un 4,8%, con un marcado incremento de los blancos (24,4% más que en 2021).

Desde el organismo sostienen que para hablar de una tendencia hay que esperar al menos que haya 6 meses de despachos.