Hernán Coronel es bancario en horario de comercio y nació en el interior de Buenos Aires. Pero convive con una identidad mixta, porque también es un apasionado de la elaboración de bebidas y trabaja para ser un embajador de los sabores de San Juan. Es que en la provincia cumplió el sueño de crear un producto de calidad y, por eso, se siente también sanjuanino, aunque cuando dice Cuyo, que es también la marca de su cervecería, se le note lo bonaerense. Mientras practica con la tonada, creó una Hazy IPA que recibió el premio a la segunda mejor cerveza del país en Córdoba.

"Yo elegí venir acá, trabajo en un banco y pedí el traslado porque, al principio, lo que quería era elaborar un vino", contó. En un principio, consideró Mendoza, pero no quería vivir más en una gran ciudad. Hernán creció en Navarro, una localidad de 20.000 habitantes, y su trabajo lo llevó a vivir en Capital Federal, pero, antes de eso, era mozo de un bar su pueblo y fue ahí que empezó a gestar su pasión por la elaboración de distintas bebidas. "Probando lo que quedaba en las botellas", confesó.

El banco aceptó su traslado y el 28 de febrero de 2020 llegó a San Juan, rumiando todavía el proyecto vitivinícola, pero sin conocer a nadie para dar el primer paso. Pocos después, llegó la pandemia y todas las ideas que tenía, de ver la primera vendimia de cerca, de acercarse a las bodegas, se convirtieron en un encierro prolongado en un departamento chico, en una ciudad que apenas conocía.

"Yo caminaba por las paredes. Así que, apenas habilitaron salidas a espacios libres, empecé a salir a caminar al Parque y, después, me sumé a un grupo de trekking, con el que, de paso, me enamoré de las montañas", recordó. Fue ahí que conoció a Alejandro Gómez, otro emprendedor sanjuanino, y el camino hacia la cerveza ganadora empezó a delinearse. A pesar de que el vino era su objetivo inicial, la búsqueda de Hernán era de crear algo que tuviera la complejidad de sabores e historias de los whiskys, vinos y cervezas que él consume. Por eso, cuando apareció un block de cocción de cerveza de oferta, aprovechó la oportunidad y cambió el rumbo de las uvas por el de la cebada y el lúpulo.

Una vez que empezaron las pruebas, el bancario y cervecero empezó a explotar esas ideas que venía guardando desde sus 20 años. En 2021, con Alejandro hicieron una Saison, la que fueron mejorando y, al año siguiente, presentaron en la Copa Cuyana, en la que ganaron la primera medalla de la fábrica. Tras ese primer reconocimiento, junto a su socio, su novia Natalie Méndez y el brew master de la fábrica Matías Gallo, siguieron innovando.

La Hazy IPA nació como un gusto personal. Es una cerveza cara de elaborar, con lúpulo importado, avena y trigo, pero Hernán la había probado antes y era una de sus preferidas, así que se animó a hacer su versión. Hace cerca de un año, lo visitó el dueño de Juguetes Perdidos, una cervecería de Buenos Aires que representará a Argentina en el mundial de las cervezas, con quien el emprendedor trabajó hace cinco años. El invitado, uno de los paladares más finos del país, no paraba de hablar de la calidad de este "lujito" hecho 100 por ciento en San Juan y así fue como decidieron participar. El resultado fue mejor al esperado: ganaron el oro en la categoría y se llevaron la medalla de plata de la segunda mejor cerveza del país, compitiendo con otras cientos de elaboradoras.

Con este resultado, el equipo de Cuyo ya planea seguir participando y Hernán tiene en claro el objetivo: quiere mostrarle San Juan al mundo cervecero del país. Así como cuando tiene visitas lleva a sus amigos a los puntos más lindos de la provincia, tiene planeadas variedades con melón, pistacho y membrillo. "Yo estoy enamorado de San Juan, quiero que todo tenga la impronta de este lugar y que sea un orgullo para todos", cierra.

> La fábrica

Cuyo Cervecería Artesanal tiene capacidad para producir 20.000 litros, pero cuentan con 24 puntos de venta para sus partidas, por lo que es una venta exclusiva. Tienen fuertes protocolos sanitarios y de cuidado de la calidad de las 11 variedades que realizan.