Los consumidores de a poco van cambiando sus costumbres para intentar ganarle a la inflación. Es por eso que las personas se mudaron de los supermercados y almacenes hacia los mayoristas. Según el Indec, en septiembre las ventas de los supermercados cayó 2,3% en comparación con 2019. Los autoservicios de grandes dimensiones aumentaron un 4,9%. 

"Es una tendencia que venimos alertando desde agosto, cuando comenzó el declive en el consumo masivo producto del impacto en el poder adquisitivo de los trabajadores", explicó un integrante de la Coordinadora de la Industria de Productos Alimenticios (Copal).

"Los consumidores se volcaron hacia el mayorista, en donde consiguen precios hasta un 30% más económicos", agregó. 

La caída del consumo en supermercados continuó en octubre y se espera que en noviembre la tendencia se profundice. "Venimos de cuatro años de recesión y uno de pandemia. Es insostenible", advirtieron empresarios.