Después de una jornada convulsionada por los casos de coronavirus entre los participantes, Masterchef Celebrity tuvo su segunda gala de eliminación. El certamen gastronómico que conduce Santiago del Moro tuvo una emisión especial, los participantes debieron preparar un curry del sudeste asiático. Y, luego de una prueba con muchas complicaciones, el jurado integrado por Donato De Santis, Germán Martitegui y Damián Betular resolvió la eliminación del segundo participante.

La competencia enfrentó a Ezequiel El Polaco Cwirkaluk, Rocío Marengo, Fede Bal, Sofía Pachano, Analía Franchín, Belu Lucius, Martín el Mono Fabio e Iliana Calabró. La primera instancia de competición consistió en una mise en place de vegetales, langostinos y cerdos para organizar los ingredientes para preparar un curry. Las dos mejores de la etapa previa fueron Franchín y Pachano, casualmente quienes habían tenido un duro intercambio durante la semana anterior, que obtuvieron quince minutos extra para la competencia.

Para la preparación del plato, el jurado contó con una chef invitada, Christina Sunae, quien brindó una masterclass para preparar un curry con los sabores del sudeste asiático. Para ello, los participantes dispusieron de una amplísima variedad de especias y condimentos para su elaboración. Una aparente ventaja que terminó volviéndose un arma en contra. A la hora de probar los platos, el jurado y su invitada no lograban encontrar el sabor geográfico. A Pachano le criticaron su excesivo sabor caribeño, a Lucius lo encontraron más bien chino y al de Calabró lo situaron en la India.

El Mono tampoco la pasó bien ante el jurado, lo que hacía presagiar una noche compleja. Entre tantas otras fallas, había abusado de la pimienta en la condimentación del arroz y del anís en la preparación de su plato. “Es como un caramelo media hora”, lo liquidó Betular durante la devolución. “Hice ta te suerte para mí y agarré cinco especias. Para mí, el anís viene en botella y es una bebida blanca”, intentó justificarse el cantante, siempre con su buena onda característica. Por su parte, Martitegui le pidió perdón a la recordada cocinera Blanca Cotta, cuya imagen el músico llevaba en su remera.

Fue una prueba muy exigente, que contra todos los pronósticos, consagró a Fede Bal como el autor del sabor más logrado y recibió las mejores devoluciones del jurado. “Viajé a Indonesia, Malasia, sentí los sabores de los curry que hacen ellos", lo elogió la chef invitada. Con su desfachatez característica, el participante celebró con alivio su logro. "Me hace muy bien este programa y mis compañeros, me hace olvidar de los problemas”, agradeció Bal y dedicó el logro a sus amigos con los que había viajado al sudeste asiático y conocido de primera mano los sabores de la región.

A continuación, otra vez estuvieron frente a frente Pachano y Franchín, esta vez para conocer que seguían una semana más en el concurso. “Qué maneras distintas de festejar, ¿no?”, reflexionó Sofía viendo la efusividad con la que festejaba la periodista y sumando un nuevo round a la polémica. Luego, pasaron Iliana Calabró y Belu Lucius, quienes también fueron salvadas. “Las dos cometieron errores, pero le metieron pasión. No alcanza, pero las deja seguir en la competencia”, sentenció Martitegui para alivio de las concursantes.

Con la tensión en aumento, Donato llamó a los tres peores platos de la jornada y el salvado fue El Polaco, algo que se podía intuir al conocerse su caso de coronavirus, que lo obliga a alejarse momentáneamente del concurso, y su remplazo por Natalie Pérez. El cantante vivió uno de los momentos más intensos de la devolución, cuando su curry del sudeste asiático fue rebautizado como “alto guiso”, a juzgar por las argentinidades durante la preparación. Pero allí no terminó todo. El músico confesó sólo haber comido una vez un pollo al curry, que le había preparado “una novia budista”. “¿La novia budista era Silvina Luna?”, interrogó Del Moro. “Sí”, reconoció El Polaco, actualmente en pareja con Barby Silenzi.

Las cartas estaban echadas y solo faltaba saber el nombre del segundo eliminado. “Quien deja las cocinas de Masterchef Celebrity es el Mono”, anunció Betular y la resolución cayó como un balde de agua fría entre los otros participantes, incluso los mejores de la semana que seguían las alternativas desde el balcón de los salvados. “Monito, no alcanzó, y me da mucha pena porque debés ser uno de los personajes, y las personas, más queridas entre todos nosotros”, tomó la palabra Del Moro, captando el sentimiento generalizado en el estudio.

“Me sacaron de mi zona de confort”, reconoció el Mono y destacó la importancia del certamen en este momento tan particular del mundo. “Me hizo muy bien, mi actividad está parada hace más de seis meses y pude poner la cabeza en otro lado”. También agradeció al jurado, a pesar de haber tenido devoluciones muy duras a sus platos. “Me llevo un montón de información de sabores y texturas, estar acá adelante de Messi, Maradona y el Máquina Giampetri es un placer”, dijo en referencia a los jurados y sumando a uno de los ídolos de Quilmes, el club de sus amores. También tuvo sentidas palabras para el conductor. “Te conozco desde Much Music, éramos chiquitos y hemos cumplido nuestros sueños. Esto me lo tomo como un regalo que me da la vida”, dijo en un emotivo ida y vuelta con Del Moro.

El jurado también le dedicó algunas palabras al músico. “Sos un ejemplo que se puede aprender, salir de la zona de confort y disfrutar”, señaló Martitegui, mientras Betular reconoció el respeto y la humildad con la que tomó sus consejos y De Santis coincidió con sus pares y aflojó la emoción con un paso de comedia. “Entraste como Mono y ahora vas a salir en stereo”. Después de los agradecimientos finales, el músico también regaló un momento alegre, al dedicarle “Me mata”, una de las canciones más populares de su repertorio, a Martitegui y su mirada impiadosa. Con esa alegría y humildad se despidió Martín Fabio, el Mono de Kapanga. Con la música a otra parte, pero con nuevos amigos y momentos imborrables guardados en el corazón.