En el marco de su 49na temporada, la Orquesta Sinfónica de la UNSJ tendrá el viernes próximo un concierto especial: Bajo la batuta invitada del M° Emir Saul, concretará la primera audición en San Juan de la Sinfonía N° 5 en Do Menor, de Gustav Mahler, una obra creada a principios del 1900, que ocupa un lugar de privilegio en la producción del célebre compositor nacido en Bohemia en 1860.

"Es una obra muy difícil pero la quieren tocar, así que están poniendo toda la onda, están haciendo un muy buen trabajo", dijo a DIARIO DE CUYO el director argentino radicado en Italia, que ya ha comandado a la formación local un par de veces y que ahondó en algunas particularidades de esta sinfonía.

Por un lado, puede considerarse la primera íntegramente instrumental que realizó Mahler. "Si bien la Primera es sólo instrumental, en realidad es un calco de sus ciclos de canciones para orquesta precedentes. Esta es la primera ya pensada instrumentalmente, sin tener ningún tipo de referencia al canto", dijo el profesional sobre esta obra que tiene una duración de 70 minutos, como "la Novena" de Beethoven. Y sumó: "Es realmente muy interesante desde el punto de vista contrapuntístico, él 'juega' con la orquestación para mantener las ideas ambiguas. Es un epílogo del romanticismo y en cierta manera una apertura... Si bien él nunca se inclinó por los nuevos lenguajes, su trabajo abre camino a la Segunda Escuela de Viena, con Arnold Schönberg, Anton von Webern y Alban Berg". 

Compuesta en cinco movimientos, Mahler los reunió en tres partes casi como si fueran "actos" de una obra teatral. El primer movimiento, que junto con el segundo integra la primera parte, es una marcha fúnebre que abre con fanfarria de trompetas. La segunda parte es sólo el tercer movimiento, que dura 18 minutos -es el más largo- y donde el corno tiene un lugar destacado. "En lenguaje no técnico, para hacerlo más comprensible, es como si fuera una especie de concierto para corno y orquesta. El primer corno se levanta y toca parado como si fuera solista", detalló. Y la tercera parte reúne el cuarto y quinto movimientos, siendo el cuarto el más conocido de la obra. Se trata de Adagietto, para cuerda y arpa, una sublime declaración de amor a Alma Schindler, pianista y compositora que se convirtió en su esposa. "Cambia radicalmente la orquestación, acá los vientos no tocan. Es el famoso 'extremismo mahleriano', todo llevado al extremo", anotó Saul sobre este cuarto movimiento que se hizo muy popular luego de que el realizador italiano Luchino Visconti lo incluyera en uno de sus icónicos films, generando todo un fenómeno alrededor de Mahler. Y es justo decir que esa película también quedó en la memoria por su banda sonora. Adagietto, además, fue interpretado en el funeral de Robert Kennedy, en 1968, dirigido por Leonard Bernstein.

"Es una de las páginas más maravillosas del romanticismo. Los que tienen más o menos mi edad, 67 años, recordarán Muerte en Venecia, sobre todo la escena final, que son imágenes y el Adagietto. La gente a veces piensa que la música clásica es para otros y no sabe que la tiene todos los días muy cerca", expresó el conductor. En esa línea, es oportuno recordar que la 5ta de Mahler también tuvo su lugarcito en la serie Okupas. Algunos recordarán la escena del baño, donde Ricardo Riganti (Rodrigo de la Serna) "aprieta" a unos músicos para que la toquen.

Finalmente, el quinto movimiento es "un triunfo total, la gloria", lo describió el director. "Acá no es como en el clasicismo, que generalmente el último movimiento termina en la misma tonalidad. La Sinfonía empieza con una tonalidad Do sostenido menor, se va desarrollando y termina en tonalidad triunfante, va de Do sostenido a Re mayor. Es un dejar atrás todos los sufrimientos y nostalgias de los movimientos precedentes para pasar al triunfo", explicó Saul, corriendo el velo de la historia que hay detrás de esta Sinfonía N°5. 

"Ir de lo trágico o nostálgico del inicio hasta llegar al triunfo final quizás represente el hecho de que Mahler estuvo al borde de la muerte cuando empezó a componerla. Va desde esa oscuridad al triunfo, a la vida, al amor", sintetizó Emir, para quien sin embargo, no es indispensable saber de antemano todos estos detalles para poder disfrutar la obra. 

"A la música hay que sentirla, sentir de sentimiento", dijo taxativo. "La parte más objetiva de la música es la partitura. Lo que escucha la gente es la partitura mediada por músicos, que son guiados por un director -y ahí nos seguimos alejando- más la realidad subjetiva del que escucha. Por lo cual, no hay ninguna recomendación que hacer, cada uno con lo suyo y listo", expresó. "Usted puede escuchar Romeo y Julieta de Tchaicovsky y si no sabe que los platillos son el cruce de espadas de las dos familias, podrá imaginarlo o no, pero no dejará de disfrutar. Yo no creo que haya que influenciar a la gente", se explayó. Y fue por más: "Sentir la música es lo importante siempre. Aun en el rock, que puede tener lindas letras, la sensación de euforia que puede dar determinada obra por ejemplo, más allá de la letra tiene que ver con la fuerza que tiene la música. Obviamente cuando hay un texto es bueno reflexionar sobre eso, pero fundamentalmente la parte musical es la que trae el sentimiento. ¿Cuántos se emocionaron con los Beatles sin saber inglés? En este caso también la música transmitía más que las palabras".


 DATO 

Sinfonía N¦5 en Do menor, de Mahler. Sinfónica de la UNSJ. Dirección M° Emir Saul. Corno obligatto: Atahualpa Vegas. Viernes 4 de agosto a las 21.30 hs en el Auditorio Juan Victoria. Entrada libre y gratuita.



Emir Saul  - Director invitado

Nació en Buenos Aires. Estudió canto y violín en el Conservatorio Gilardo Gilardi de La Plata; y composición y dirección orquestal en la UNLP, donde se diplomó con las más altas calificaciones. En 1979 inició su actividad como director fundando el Ensamble Musical La Plata. Ha sido director estable de varias orquestas. En el Teatro Colón se presentó primero como compositor y luego como director de orquesta, iniciando una carrera internacional que lo llevó por América, Europa y Asia. Desde 1989 reside en Italia. Es profesor en el Conservatorio Monteverdi de Bolzano, director Artístico dell'Associazione Amici della Musica del Lago di Garda y miembro del Comité Artístico de la Fundación Mahler de Bolzano.¸·<