Ídolo de muchos, cuestionado por otros, Raúl Portal no pasó inadvertido con su carrera en los medios de comunicación argentinos. El emblemático conductor falleció ayer, a los 81 años. Padecía trastorno cognitivo tipo progresivo y su salud se había deteriorado, además, por las secuelas de varios accidentes cerebro-vasculares sufridos en 2019. En medio de la pandemia había estado internado por una neumonía bilateral. Su mujer, Lucía Labora contó que sus deseos eran ser cremado. 


El periodista y animador fue protagonista de varios éxitos durante su extensa carrera televisiva -que comenzó a principios de los 80 con "Semanario insólito"-.En ese programa compartió las cámaras con Adolfo Castelo, Virginia Hanglin, Raúl Becerra y el emergente Nicolás Repetto. En 1988 vivió una etapa verdaderamente estelar al crear "Noti-dormi", por ATC, donde se caracterizó por sus vestimentas extravagantes y el aporte de neologismos como "currandero", "manochanta", "churculete" y su característico "¡hop, hop!". 


"Perdona nuestros pecados", marcó una época y abrió una tendencia en la TV argentina, la de investigar archivos que pusieran en aprietos a personajes públicos. El ciclo era producido por su hijo Gastón -coconducía primero Federica País y luego Mariana Fabbiani-, mantenía las características típicas de su humor. "PNP", emitido entre 1994 y 2002, no solo incluía fragmentos en los que políticos y otras figuras públicas metían la pata o se contradecían, sino también algunas formas de "bloopers". 


En su despedida pública hacia su padre, el productor audiovisual Gastón Portal destacó en Twitter haber tenido "un viejo niño"."Chau viejo. Me tocó un padre único que entendió que para un hijo no hay nada mejor que tener un viejo niño. Gracias por eso y por haberme dedicado tanto tiempo de tu estrambótica vida", 


Muchas veces fue cuestionado por colegas por su participación en la Secretaría de Prensa del Ministerio del Interior de la Nación entre 1968 y 1978. Amaba a Cuba y tenía una perrita nacida en la isla, se proclamó amigo personal de Enrique Gorriarán Merlo y hasta defendió públicamente al sacerdote Julio César Grassi.