Con la raíz mestiza del Norte y del Sur, Kevin Johansen recorre todo un continente en la búsqueda constante de armonizar ritmos, sonidos y melodías que va recogiendo de sus viajes. En su itinerario, fue invitado para cerrar la última jornada del Festival de la Música 2016. El encuentro, organizado por la Municipalidad de Capital, tendrá lugar esta noche a las 20 en la Plaza Hipólito Yrigoyen, con acceso libre y gratuito para todo el público. Para esta ocasión, Kevin (nacido en Alaska de madre argentina y padre estadounidense) regresa a la provincia con su banda The Nada y dará a conocer su último disco "Mis Américas Vol.½", un álbum que lo ayuda a interpretar y a celebrar las diferencias de una tierra vasta y rica de identidades. Desde Alaska a Argentina considera que la cultura conecta a cada región del continente: "Es como un amigo tucumano me dijo hace años ‘vivimos en un gran barrio’. Hacia eso apunto. Es un nexo, unir con puentes las diferencias que tenemos". Aunque, desde el arte, se pueden encontrar puntos en común entre los pueblos de un continente, hay todavía una materia pendiente sin resolver respecto a las divisiones sociales y políticas.

"Lamentablemente, todavía rige el principio ‘divide y conquistarás’. Hay gente que se aprovecha de la infelicidad y la insatisfacción de mucha gente para decirles que la culpa la tiene el otro. Entonces me di cuenta que el problema no es cada país muchachos, la humanidad está mal… Justamente darse cuenta que parte del problema lo generamos nosotros, y también en nosotros está la solución. No vale nada caer en la posición facilista en acusar, por ejemplo, a Donald Trump. Aunque no nos guste aceptarlo, todos tenemos un ‘Trump’ dentro nuestro".
Además, Johansen expresó: "Son tiempos difíciles y de desafíos que tienen los músicos. Por eso como artistas debemos tener responsabilidad y compromiso para derribar los muros culturales. Hay que seguir machando con eso, desde la empatía, pero sin caer en la demagogia y ser sincero".
Respecto si, por su estilo y coherencia, no se siente un marginado del circuito comercial, el artista comentó que "No me cierro y aunque no sea mediático, tampoco soy elitista. Me considero un cancionista popular que busco que la señora que barre la vereda, el kiosquero y el chico que juega la pelota puedan tararear alguna de mis canciones.
Tengo la fantasía de invadir cariñosamente los oídos de un pueblo o de varios, con el propósito de conectarse y transmitir emociones bonitas para la gente. Tuve el beneficio de ser criado en una casa con mucho amor por la palabra y por la cultura, tanto inglesa como española. De algún modo eso se refleja en mi tarea de hurgar en las letras, las sonoridades, lo lúdico que tienen las palabras. Por eso digo que soy un degenerado de los géneros y las canciones", se explaya Johansen, quien asume que se encuentra en la "mitad del recorrido" de su desarrollo artístico: "Hay mucho por decir, muchas canciones para construir todavía, hay un camino trazado, pero queda por viajar más".
