Desde 2023, Manuel Páez está a bordo del crucero Norwegian Viva de la compañía Norwegian Cruise Line (Línea de Cruceros Noruega) como músico de teatro o sesionista para el ensamble o banda que musicaliza en vivo los espectáculos artísticos de la sala para que los pasajeros puedan disfrutar durante varios días de viaje en alta mar.
Esta es la historia de un joven guitarrista que, formado en el conservatorio de Bahía Blanca, nacido en la ciudad portuaria pero radicado en San Juan durante gran parte de su vida, a sus 33 años viene teniendo la gran experiencia de ser uno de los pocos artistas exclusivos que trabaja en un crucero de lujo.

Lleva varias temporadas viajando por diferentes puertos del mundo, de este a oeste durante todo el año. Así, Manuel contó a DIARIO DE CUYO cómo es su labor y su vida cotidiana subido en una mega ciudad flotante cruzando del atlántico al pacífico y viceversa.
“Todo comenzó cuando una compañera que tuve en el colegio empezó a trabajar para cruceros internacionales. Un día cuando volvió de sus vacaciones, me contactó y me contó que en los viajes, contratan a músicos para animar los shows. Esto me dejó una buena idea y empecé a investigar cómo se trabaja y cómo podía ingresar. Así descubrí que existen agencias que llevan audiciones para músicos de distintos países para cada puesto que se necesita. Tanto sea como solista o como banda, que por lo general son contratados para las fiestas”, relató el guitarrista.

Cuando logró el contacto y se inscribió para las audiciones, había algo clave que tenía que dominar, la lectura a primera vista de las partituras. Una técnica que consiste en saber ejecutar cualquier composición con el instrumento, sin estudio o ensayo previo. Esto quiere decir, que el instrumentista debe contar con cierto dominio de varios estilos musicales, una de las condiciones que se exige en este tipo de empresas.

Una vez que aprobó el examen, el proceso continuó con la oferta laboral y de inmediato firmó su primer contrato. Al principio, fue una oferta inicial por 6 meses para actuar en Hawái y otro, en la Polinesia Francesa.

Luego sucedieron otros contratos por Australia y Nueva Zelandia y así logró también consolidarse para recorrer por los mares de Japón y Taiwán. En poco más de un año, Manuel afianzó y pudo ganarse un lugar entre varios colegas que son de diferentes países también que recorren los mares de la mencionada compañía naviera.

“Es una tarea bastante intensa. Porque no solo hay que amoldarse a cada orquesta, también va cambiando el estilo que tenés que tocar de acuerdo al puerto que se llegue. Y muchas veces, los paquetes turísticos incluyen shows temáticos. Una vez que firmás, pasas por unos estudios médicos, el trámite de las visas y recién cuando ingresás al barco, te encontrás con la banda base que tiene saxo, trompeta, trombón, batería, bajo, guitarra y piano. Dependiendo de la programación, se invitan a diferentes cantantes, por lo general se hace mucho tributo a Queen, Elton John, entre otros. Por lo general, son recitales de unos 45 minutos. Y cuando no hay espectáculo teatral, nos ponemos con sets de jazz, en algún salón del barco”, detalló Páez que, desde que se subió al “Espíritu Noruego”, el primer barco que lo contrató, exploró el country y jazz, y otras experiencias similares.

Alrededor del mundo, contó el músico que viene conociendo más de 50 puertos de ciudades turísticas y que su proceso de adaptación no tuvo mayor inconveniente. “Tuve que adaptarme, si bien ya manejaba un poco el inglés, tuve que perfeccionarme aunque no hice ningún instituto. Pero la vida en el barco es muy dinámica. Cuando estás conviviendo todos los días con tus compañeros y ya los tratás como si fuera una familia. Tuve la suerte de conocer a otro argentino y con él me hizo más fácil adaptarme”.

Aunque no todo es fiesta en el mar. También Manuel, como el resto de su equipo y los pasajeros, deben respetar las reglas básicas de conducta y convivencia a bordo de una nave. “En este trabajo, también tiene su parte de marinero. Por ejemplo, hay un límite para el consumo de bebidas alcohólicas, hay controles aleatorios también de consumo de drogas, y después está todo el tema de seguridad marina. Nos enseñan los distintos códigos que hay en casos de emergencia. Y también el funcionamiento del barco. Cuáles son los sectores donde se aíslan los compartimentos en casos de filtración de agua. Lo mismo sucede cuando puede ocurrir un incendio y cómo actuar en ese caso. Cómo se cierran las compuertas o cómo se hace una evacuación. Existe todo un sistema de entrenamiento para distintas situaciones y qué se tiene que hacer en cada zona y dónde están los botes de emergencia”, explicó el artista.

Manuel emplea la guitarra eléctrica y dentro de la banda, le ha tocado actuar para la puesta del musical de Broadway “Beetlejuice” y otro show llamado “Iconos”, que es un popurrí de canciones o hits internacionales. Con funciones cada seis días y un franco por semana. Cuando le toca el día libre, es el que más aprovecha para conocer el barco y las ciudades portuarias en cada visita. “Imagináte, del tiempo que llevo todavía no puedo terminar de recorrer todo el barco. Lo bueno que en estos días libres, podemos mezclarnos con los pasajeros, pero ahí se complica a veces porque podés entrar en la zona de compras y ocurren los desastres. Es peligroso porque podés terminar gastándote todo el sueldo en perfumes y ropa, en el shopping”, decía entre risas.
Antes de esta aventura marítima, Manuel se dedicaba a tocar rock y jazz con varias bandas locales, entre las cuales, fue músico por un tiempo para Marcos Ordán y la banda Circus Groove, como así también en otros formatos menores. Ahora cuenta con 37 años de edad y piensa sobre su presente: “la verdad que gano un buen salario (en dólares) pero mejor aún es la experiencia que se vive y sobre todo, tener tanto tiempo para tocar. Porque la cantidad de shows que tengo jamás la tuve están en San Juan. Nací en Bahía Blanca pero me radiqué a los 17 años en San Juan, porque mis padres son sanjuaninos y tienen familiares y así estuve desarrollando mi vida musical aquí con la guitarra eléctrica. Y cuando me pongo a repasar, me gusta salir por las noches a la zona abierta del barco y mirar el horizonte de noche oscura para reflexionar sobre lo que estoy haciendo, si está mal o está bien y mirar un poco al futuro y esas cosas”, concluyó el violero.

Ahora, el Lado B de navegar en ultramar, para Páez son momentos clave que no los puede evitar y algunas les disgustan un poco, pero por ejemplo, “el momento de la carga y descarga de containers, es un ruido tremendo que no podés dormir o cuando pasas por un lugar de algún muelle con agua estancada como en la Polinesia Francesa rumbo a Australia, pasamos por Samoa y es bastante desagradable el olor de toda esa agua sucia”, contó el músico.

Pero los puertos que más le impactaron fueron la isla de Tauranga de Nueva Zelandia, Japón, Hong Kong y Sidney, donde pudo conocer la famosa Casa de la Ópera, pero sin dudas lo que más quedó deslumbrado fue en Egipto donde conoció en persona las colosales pirámides de Giza. La nave se encuentra en estos momentos por Grecia y hará escalas en Turquía, Alejandría y pasará después por el Mediterráneo para llegar a Croacia, Francia, Italia, Portugal y posteriormente emprender el viaje por 8 días al Caribe. Recién en abril, podrá tener un descanso y regresar por un tiempo a San Juan.
Un coloso de lujo
En el Norwegian Viva, el segundo barco de la clase Prima de la Norwegian Cruise Line (con bandera de Bahamas), se cruzan turistas de Estados Unidos, la mayoría de Europa, de Japón, de China, algunos de Latinoamérica, también de Argentina y Uruguay. Construido en 2023, esta ciudad flotante pesa unas 142 mil toneladas, tiene 294 metros de eslora (largo), por 41 metros de manga (ancho) y 20 cubiertas para albergar unos 3.195 pasajeros y unos 1500 tripulantes. Posee unos 1.621 camarotes y entre los espacios más destacados es su teatro, en el que el joven Manuel trabaja para un auditorio de 2 mil personas sentadas y ofrece espectáculos musicales a diario. El crucero transatlántico ofrece destinos muy variados con paquetes turísticos importantes para navegar pos Grecia, Turquía, Italia y las Islas Griegas, con salidas desde puertos como El Pireo (Atenas), Ravenna, Barcelona y Estambul. Por el Caribe puede recorrer San Juan (Puerto Rico) y Miami, recorriendo destinos como Aruba, Curazao, República Dominicana y las Islas Vírgenes. También realiza travesías más extensas por el Pacífico.
Luis Fonsi es el artista que apadrina el crucero desde 2023.

















