Alianza sabía que era una final. De esas que no se pueden perder, que se tienen que ganar como sea. Era el partido del año porque mano a mano con Gimnasia, lo único que servía era el triunfo. Y se le dio. Lo buscó con enorme actitud y con la contudencia necesaria como para poder resolver un partido muy difícil. Lo logró, ganando por 3-1 y su futuro depende de si mismo. En lo inmediato del cruce contra Unión y después, de que siga manteniendo este nivel. Era partido clave. De esos que definen casi todo y Alianza salió con los dientes apretados a imponer condiciones. A'los 30 segundos, desbordó Avila, metió el centro y Javier Paratore no alcanzó a conectar de milagro. Fue un anticipo. Es que a los 7' Alianza llegó al gol pero el árbitro vio foul en Paratore en la jugara previa a la conquista de Uranga. Alianza era más. Tenía todo para abrir el marcador y a los 13', Martín Uranga giró, se acomodó en el área y sacó el derechazo que dejó sin chances a Marcó. Era justicia. Pero 120 segundo después se vino la oscuridad con el corte de luz que se estiró por 32 eternos minutos. La demora no causó demasiados efectos en la inspirada producción de Alianza que volvió muy enchufado. Así y todo, a los 59' Coronel le sacó el descuento a Fernández. Alianza se sacudió y en una electrizante jugada de Javier Paratore duplicó su ventaja cuando Javier dejó sin respuestas a Marcó con un golazo. No se terminaba más este primer tiempo y tenía algo más preparado cuando llegó el centro de Avila que rebotó en el travesaño y después de un fallido golpe de cabeza de Paratore, el defensor Sánchez no hizo más que descolocar a su arquero para poner el 3-0.

En el segundo tiempo, este mismo Gimnasia que fue capaz de remontar el 0-2 ante del Bono en la Esquina Colorada, salió a vender cara su derrota. Y lo demostró porque a los 8' descontó a través de Lovera y armó otro partido. Parecía que Buxó se la jugaba entero con el ingreso de Baldacini por Sánchez, defendiendo con tres y atacando con tres. No le salió del todo pero alcanzó para que Alianza sufriera algunos sustos como por ejemplo cuando Carando exigió a Coronel. Del otro lado, el Cuca Herrera cambió puesto por puesto, sacando sus dos puntas titulares y metiendo a la suplente. Gimnasia intentó algo más y no pudo. Alianza, se defendió con orden, apostando a la contra definitoria. Así, entre lo que uno y otro quisieron hacer, se fue yendo un partido que para los dos fue una final y que Alianza ganó.