Cuando a San Martín le costaba cerrar el partido pese a tener superioridad numérica ante las dos expulsiones que sufrió Central, fue el arquero Luis Ardente quien con su derechazo fuerte y con dirección puso el 3-1 que definió el partido. El capitán Verdinegro se hizo cargo del penal tras la falta sobre Barcelo y marcó su cuarto gol con la camiseta de San Martín, todos por la misma vía.


Ardente, el emblema de este equipo, ya se ha convertido en un especialista y el dueño de los penales. Incluso nunca erró ninguno y tiene una eficacia total.


Su último grito había sido el 6 de noviembre del año pasado, cuando superaron 2-0 a Vélez. Mientras que en el 2016 le había marcado a Huracán -su primer gol en el profesionalismo- y a Atlético Tucumán.

Ayer volvió a ser letal con su remate fuerte, secó, y a la derecha del "Ruso+ Rodríguez. Ardente es el arquero que más goles hizo en la historia verdinegra.