Buenos Aires, 22 de febrero.- Ausente del partido frente a Racing a causa de un esguince en el tobillo derecho, Riquelme comenzó la semana trabajando diferenciado con el objetivo de recuperarse y llegar al partido del sábado ante All Boys. Hoy lo hizo junto al preparador físico Otero. Esta decisión de tener que hacer ejercicios en el gimnasio mucho no le gustó a Román. Y mucho menos le gustó el comentario posterior.

“Román, vos sabes que Julio siempre quiere a los jugadores al cien por ciento de sus posibilidades. Y con vos, también quiere que estés en perfectas condiciones para jugar”, fue lo que le dijo Otero. A esto, enseguida Riquelme le respondió: “Decile al cagón del técnico que venga y me lo diga en la cara”. Luego, el ex Barcelona y Villarreal negó haber tenido un roce con el DT en el vestuario hoy luego del entrenamiento y explicó que trabajó a la par de sus compañeros "a la vista de los periodistas".

"En el vestuario de Boca no pasó nada. Es fácil inventar una cosa, inventar otra. Trabajé a la par de mis compañeros y después un trabajo con el preparador físico a la vista de todos los periodistas", dijo.

“Una cosa es que se hable de fútbol, otra que se inventen cosas. Esto ya no es normal”, añadió el campeón olímpico en Beijing 2008.

“El jugador siempre quiere jugar. Estoy al 100 por ciento y de acá al sábado el entrenador podrá contar conmigo, pero es decisión de él si me pone o no”, manifestó Riquelme respecto a su posible vuelta frente a All Boys por la tercera fecha del Clausura 2011.

“Él sabrá qué equipo tiene que armar. No pasa nada. A nadie le gusta quedar afuera. Jamás me voy a poner sólo y decidir quién juega y quién no”, finalizó.