Para quienes dominan el metier de pedalear rápido solamente acompañados por su sombra, las contrarreloj no tienen tantas vueltas. ‘Se sale a fondo y se termina de la misma manera’, suelen afirmar.

Aunque Ramunas no lo haya comentado, no cabe duda que se aferra como un naufrago a una tabla en el mar bravío a ese axioma, tan viejo como el ciclismo. No hay otra explicación para contar su brillante victoria en la etapa crono de la Vuelta. La ganó un especialista. Un hombre que fue tres veces campeón de su país (2012, 14 y 15) en contrarreloj.

Hubo tres
argentinos ‘top-ten’; Trillini (6), Rosas (8) y Escuela (9).

El nuevo líder de la Vuelta llegó a San Juan como principal gregario de Vincenzo Nibali. Para decirlo mejor, como segunda opción de victoria del flamante equipo del principado de Bahrein.

Es un ciclista duro, que si bien ha ganado una docena de carreras, en su palmarés tiene una etapa del Giro de Italia 2013 y otra del Tour de Francia 2014 y fue tercero en el Mundial de ruta de Richmond 2015, tras Peter Sagan y Michael Matthews. Razón por la cual no dudará en defender la casaca embalando, peleando a los velocistas. 

Ayer, largó en el turno 114, de 157 pedalistas, hasta ese momento tres corredores habían tenido sus minutos de gloria. Cuando salió a rodar la locomotora lituana, se acabaron las palabras. Pulverizó los tiempos anteriores y obligó a los 43 ciclistas que largaron luego de él a pelear por el segundo puesto.

El español Julien Amezqueta (Wilier Triestina), que largó en la posición 13, marcó un tiempo de 15m02s, que se mantuvo hasta que el colombiano Walter Vargas (Medellin-Inder), que partió en la orden 69 fue el primero en bajar los 15 minutos, clavando los relojes en 14m20s. Lo hecho por el campeón panamericano fue tomado como referencia para ver cuántos ciclistas, de los candidatos, podían superarlo.

Pasaron sin pena ni gloria 38 corredores, hasta que el francés Remi Cavagna (Quick Steep Floors), recorrió los 11,9 km en 14m10s. Su victoria parcial fue efímera, porque en la posición 114 (siete más que la del nuevo líder sub-23) partió Navardauskas.

En la mitad del recorrido, con 6m31s marcó el segundo mejor tiempo y en el regreso por el anillo externo, luego de girar por calle Mendoza (frente a la cancha de San Martín) apretó el ritmo y aplanó los seis kilómetros que le restaban. Lo que pasó después quedará en la anécdota. El caso estaba cerrado, nadie tuvo argumentos físicos y técnicos para discutirle la victoria.

Ramunas Navardauskas

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El triunfo más especial

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El lituano Ramunas Navardauskas llegaba como uno de los candidatos en la etapa y lo logró. El representante del Bahrain Merida analizó su victoria y la calificó de ‘especial’ por ser el primer triunfo para su equipo.

“Fue una etapa dura porque había mucho viento pero en la vuelta estuve concentrado y traté de mantener el ritmo para acelerar a fondo en el final”, contó el lituano que con su país fue campeón tanto en ruta como contrarreloj y sus victorias más importantes fueron ganando etapas en el Tour de Francia 2014 y otra Giro de Italia 2013.

“Esta es la primera carrera del año para todos, somos un equipo nuevo que estamos arrancando la temporada, es lógico que tenemos que probar las piernas para ver cómo estamos” contó y sobre el equipo que se formó recientemente, agregó: “Estoy muy contento por ganar porque representa el primer triunfo en la historia del equipo, seguro vendrán muchos más. Me siento muy cómodo en el Bahrain Merida, somos una gran familia”, contó.

Sobre la etapa de mañana, el lituano dejó en claro para quién trabajaráan: “Me encantaría quedarme con este maillot pero en el Colorado trabajaremos para nuestro lider Vincenzo (Nibali) él es un gran escalador”.