Boca debutó en el campeonato de primera división con una derrota ante Newell‘s por 1-0 en La Bombonera y volvió a decepcionar a sus hinchas que durante el partido fueron indiferentes con la partida de Juan Román Riquelme. El conjunto rosarino fue efectivo y se llevó un triunfo justo por el gol del debutante Mauricio Tévez, de 17 años, a los 48’ del primer tiempo.
Tras la eliminación en la Copa Argentina frente a Huracán en San Juan, Boca tuvo su presentación oficial en el semestre sin la presencia de Riquelme, el último ídolo del club que se fue a Argentinos Juniors, y con sólo uno (Federico Carrizo) de los refuerzos desde el inicio. Sin embargo, la imagen no varió de lo mostrado en el torneo pasado ya que se repitieron los errores defensivos y en ataque.
Por su parte, Newell‘s, con el debut de Gustavo Raggio como DT y el regreso del delantero Ignacio Scocco, fue más práctico. Boca, que no perdía en casa desde el Superclásico ante River en marzo, fue un equipo sin ideas y con ningún jugador que se haga cargo de la pelota. Newell‘s, aún siendo impreciso, tuvo las ocasiones más peligrosas al aprovechar los horrores defensivos de Boca, sobre todo por el lado de Hernán Grana.
Cuando el entretiempo ya era casi un hecho, una mala salida de Grana le permitió a la visita recuperar la pelota. Lucas Bernardi abrió para Tévez, quien sorprendió con un fuerte disparo de afuera del área que se metió en el palo derecho de Agustín Orión, quien reaccionó tarde.
Ya en la segunda etapa, Boca se adueñó de la posesión de la pelota pero repitió los mismos errores que en la primera parte. Se fue al ataque sin ideas y quedó desprotegido atrás. Así fue que, a los 20‘, Rodríguez quedó mano a mano con Orión pero su definición se fue cerca del palo izquierdo. Y fue nuevamente Maxi el que falló, a los 32, tras un buen contragolpe. El equipo del ‘Virrey‘ inquietó a Ustari a los 32‘ con una volea, de zurda, del chileno José Pedro Fuenzalida, otro de los refuerzos que llegó en este receso. Boca se fue perdiendo en malos pases, centro frontales y desbordes sin peligro para un pálido debut.