Existe una regla no escrita en el ámbito ciclista, que considera clásica a una competencia cuando cumple 40 años. El Giro del Sol, surgido a inicios de este siglo, iniciará esta noche, con el Prólogo de presentación, su vigésimo capítulo. Cuando el domingo por la noche en el balneario Parque Norte se entreguen los premios a los corredores que se hayan adjudicado las distintas mallas distintivas, y hayan completado la grilla de acreedores -por esfuerzo propio- a las sumas en efectivo destinadas para el caso, la competencia de la Fundación para el Progreso, Peña Bici-Tour, habrá completado la mitad de ese camino que le permitirá acceder a la denominación de clásica por derecho propio.

El sábado 1 de marzo de 2003, el luego campeón olímpico, Juan Esteban Curuchet corriendo para el equipo marplatense Toledo, ganó la primera etapa de una prueba que se desarrolló en dos días (tres etapas) y que erigió como ganador a Guillermo Brunetta, el cordobés vistiendo la casaca del Palmar del Lago, pasó al frente en la contrarreloj donde superó por nueve segundos a su compañero Oscar Villalobo, y luego con su poderoso equipo se dedicó a cuidar la ventaja y le alcanzó con llegar en el pelotón, con el mismo tiempo de quien ganó ese último tramo, el santafecino, de Esperanza, Luis Lorenz.

Desde ese día, hasta hoy, ha pasado mucha agua debajo del puente. Desde esa jornada, hasta esta noche, se fue escribiendo una historia que merece ingresar lo antes posible en la nómina de las pruebas consideradas clásicas. La vorágine en la que se vive hoy en día, donde parece que los años son más cortos, y que se engulló a varias pruebas cercanas a llegar al número aceptado por la mayoría, como ocurrió con el Circuito Orlando Carrizo - Luna, del Caucete Pedal Club, que quedó en el umbral, porque se duplicó la cantidad de clubes y se redujo de dos a uno el número de pruebas que organiza cada institución, salvo aquellas -justamente- consideradas clásicas, como las dos que tiene el Club Ciclista Independiente (Mendoza-San Juan y Doble Media Agua); nos sumerge en la tentación de incluir al Giro del Sol dentro de esta consideración. Existe un dato, que no es menor y que influye de sobremanera para inflar el pecho y pedir que se considere la excepción: Es la primera carrera de la temporada de ruta sanjuanina que integrado un calendario internacional de la UCI. Fue en 2009, cuando participaron cuatro escuadras continentales que luego corrieron el Tour de San Luis, entre ellos el Androni-Gioccatoli, de Italia, única escuadra que corrió todas las competencias de carácter profesional corridas en San Juan, incluyendo las Vueltas de los años 2017, 18, 19 y 20.

Al seleccionar los equipos por invitación, siempre tuvo un alto nivel de competencia.

Agregar la palabra clásico/a influye, pero apartándonos un poco de la realidad, y subiéndonos a un atalaya imaginario, hay que admitir que esta es una carrera que nació grande, porque se caracterizó siempre por triplicar los premios a cualquier otra prueba de etapas del país. Esta carrera que se fue consolidando en el tiempo.

Si uno recorre los nombres que ganaron su clasificación general notará que pertenecen a figuras que cimentaron sus campañas con triunfos en torneos nacionales de ruta, pista, y también en otras pruebas nacionales.

No es una competencia más. Es, con mayúsculas, una carrera que otorga gloria y chapa a quien tiene el orgullo de ganarla, porque los pelotones que la disputaron tuvieron, en su gran mayoría, la flor y nata del ciclismo argentino, a los que se agregaban los mejores equipos de Brasil, Chile y Uruguay.

Por aquello de "20 años no es nada", el Giro del Sol ya es un clásico/a dentro del ámbito del ciclismo rutero argentino. Porque es la carrera a la que todo equipo, desde el más poderoso al más humilde, aspira a ser invitado. Y es la carrera, que todo ciclista quiere contar entre sus victorias.

Hoy, el Prólogo

La presentación de esta noche se disputará en el sistema de vueltas puntuables en el trazado de 1,6 kilómetros ubicado dentro del camping El Pinar. Esta modalidad se implementó desde las primeras ediciones, y se realizaba en el velódromo que estaba en el Parque de Mayo.

Habrá cuatro series clasificatorias, cada una de ellas a cuatro giros y cada uno de los pasos por la línea de meta se realizarán embalajes puntuables, otorgando 5, 3, 2 y 1 punto a los cuatro primeros clasificados. De cada serie se clasificarán siete ciclistas para conformar un pelotón de 28 quienes disputarán, a 12 giros (con tres embalajes), la final que determinará quién vestirá la malla líder en la primera etapa, ordenará la caravana de auxilios y dará una bonificación de 3, 2 y 1 segundo a quienes culminen en los tres primeros lugares.

La actividad deportiva comenzará a las 22, pero desde las 20,30 podrán ingresar los aficionados que, pagando una entrada de 200 pesos y presentando el "pase sanitario" podrán acceder al espectáculo presentación. Como ha ocurrido en todas las ediciones este Giro del Sol tendrá un jerarquizado pelotón.

La de más inscriptos

La cuarta edición, disputada entre el 5 y 8 de enero de 2006 fue la que contó con el pelotón más numeroso en toda su historia. Largaron 213 ciclistas pertenecientes a 34 equipos. Ese año lo ganó Jorge Antonio Pí.

Dos meses y medio

77 Son las etapas de competencia acumuladas en las 19 ediciones corridas. 37 ciclistas se repartieron las victorias parciales.

El de menos distancia

La última edición, corrida el 7 de febrero del año pasado, ganada por Nicolás Tivani fue la de menor distancia: 1 etapa de 155,5 kilómetros. Hubo un motivo fundamental, las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.

Giacinti, el especialista

El cordobés, de Almafuerte, Jorge Giacinti ganó cuatro etapas del Giro, con la particularidad que todas esas victorias fueron en tramos contrarreloj. Otro cordobés, de Laboulaye, Guillermo Brunetta, lo sigue en la nómina con tres victorias en etapas contrarreloj. En dos de ellas afirmó sus victorias generales.