Con aproximadamente 40 intervenciones por rodadas en lo que va de la Vuelta, el equipo sanitario desplegado por la organización realiza un enorme e invisible trabajo. Es que el detrás de escena de cada incidente implica la intervención de una estructura conformada por 50 profesionales, cinco ambulancias de terapia intensiva, un Auto Médico, una Moto Médico y hasta un helicóptero para eventuales aero-evacuaciones.

"Una vez que se produce una caída, inmediatamente se activa el protocolo por el sistema de comunicación que tiene todo el equipo de sanidad. Desde la moto hasta el helicóptero hay que estar atentos a la intervención.

En paralelo también están en estado de guardia los hospitales más cercanos al recorrido de la etapa de esa jornada. En carrera hemos intervenido hasta ahora en unas 40 caídas, sin contar las asistencias que brindamos entre el público que se acerca al costado de la ruta o diferentes integrantes de la caravana", explicó Franco Chancay, responsable del área.

Las lesiones más severas entre los competidores fueron fracturas de clavícula y politraumatismos. Y entre estos últimos, los más importantes fueron los que sufrió en su espalda el sanjuanino Rubén Ramos, que le generó 24 horas de internación. A su vez, entre el público las asistencias fueron por golpes de calor o cortes, ya que además a lo largo de los recorridos son instalados puestos de a pie, con personal de Salud en los lugares de mayor convocatoria.

En tanto, la labor no concluye con la bajada de bandera, ya que en los hoteles realizan seguimientos y traslados a clínicas para estudios o controles de los ciclistas lesionados.