Causó mucha polémica la clasificación de Japón a los octavos de final de Rusia 2018, tras decidirse por fair play. El conjunto asiático tuvo menos amarillas que Senegal y es por eso que está entre los mejores 16 equipos del certamen, aunque hubo una vez en un Mundial que se decidió un clasificado de manera más particular todavía.
En las eliminatorias europeas para clasificar a Suiza 1954, España goleó 4-1 a Turquía como local, pero de visitante cayó 1-0. Los encuentros no se resolvían por el resultado global, por lo que fue necesario un partido extra.
El partido se disputó en Roma. España y Turquía igualaron 2-2, fueron al tiempo suplementario y no pudieron sacarse ventajas. Todavía no existía la definición por penales así que FIFA dictaminó que se decida por sorteo: en un sobre aparecía el nombre de España y en otro el de Turquía.
Franco Gemma, un niño italiano de diez años (la leyenda dice que era sobrino de Artemio Franchi, presidente de UEFA en ese entonces) fue el encargado de extraer el sobre. Le taparon los ojos y eligió: el clasificado al Mundial finalmente fue Turquía.
Para Turquía fue el primer Mundial que disputó en su historia. Cayó ante Alemania Federal, pero se llevó su primer triunfo al golear 7-0 a Corea del Sur. Si algo no se olvidarán jamás, es de la forma en la cual clasificaron.

