Un grupo de 4 amigos de Capital se instaló bien temprano en el campo recta larga de el autódromo El Villicum y minutos después de las 9 prendieron el fuego en uno de los parrilleros.

Entrañas y choris fue el menú elegido, acompañado de un buen fernet, para disfrutar de la primera vez del Súper TC 2000 en el circuito albardonero.