La AFA y la Superliga trabajan día a día, atentos a cómo avanza la pandemia de coronavirus en nuestro país, para manejar todos los escenarios posibles en torno a la reanudación del fútbol argentino. En principio, sujeto a las decisiones del Gobierno nacional, el plan es volver a las prácticas a mediados de mayo y reanudar la temporada a fines de dicho mes aunque el presidente Alberto Fernández aunque descartó que sea ese mes.

Según explica hoy el diario La Nación, el deseo es poder completar la Copa de la Superliga, respetar la clasificación a las copas como estaba previsto y coronar un campeón, pero que no haya descensos. De esta manera, el torneo de Primera para la temporada 2020/21 pasaría de 24 a 26 equipos, ya que los dos ascensos de la Primera Nacional están confirmados, aunque resta definir cómo se definirán.

A contramano de lo que todos pensaban, para 2021/22 podría seguir aumentando la cantidad de equipos en la máxima categoría y llegar a 28, alcanzando los 30 equipos en la temporada 2022/23.

¿Por qué buscan volver a un formato que no funcionó? El principal argumento es que, con más clubes en Primera, no habría inconvenientes  para cumplir con uno de los pedidos del Gobierno: que algunos partidos sean transmitidos a partir de agosto por la TV Pública. 

El plan nació en el seno de la AFA y la idea tiene el visto bueno de varios dirigentes, sobre todo de los clubes más chicos, que saben que podrían tener problemas con los promedios en las próximas temporadas.

Los problemas están a la vista. Primero, no hay certezas de cuándo regresará la actividad oficial, ni mucho menos si será con público. En segundo lugar, más equipos en Primera implicará repartir los ingresos entre más actores, lo que llevará a una merma del monto que cobrará cada club tanto de la televisión como de los sponsors, todo ello en un contexto de recesión económica mundial.

El otro inconveniente que tuvo el campeonato de 30 equipos que ideó Grondona sobre el final de su gestión, en 2014, radicó en la falta de lugar en el calendario. Los partidos, por entonces transmitidos en Fútbol Para Todos, se superponían siempre y eso atenta contra la comercialización del torneo. 

Además, con tantos equipos en Primera se profundizaron las diferencias entre clubes ricos y clubes pobres en la categoría y proliferaron los partidos postergados o cambiados de horario por cuestiones organizativas.