Descender ganando, una sensación rara para San Martín. Hizo lo que tenía que hacer ante Talleres, que era conseguir los tres puntos, pero no alcanzó para mantener la categoría porque durante todo el certamen se hicieron las cosas mal. Y no solo dentro de la cancha, sino también afuera porque no se tomaron las mejores decisiones. La dirigencia trajo a un entrenador y a varios jugadores que anteriormente tuvieron grandes campañas en Concepción pero que no atravesaban un buen presente al momento de regresar.

Tras la fecha 6 cuando el Verdinegro cayó por 3-1 con Atlético Tucumán, la dirigencia decidió echar a Walter Coyette y optó por repatriar a un viejo conocido como Rubén Forestello, con quien ya había descendido en el 2013 y ascendido en el 2014. El tercer ciclo del Yagui fue pésimo, con una performance de 10 derrotas, 5 empates y tan solo 4 victorias en los 19 encuentros que dirigió.

Los popes verdinegros también pensaron que delanteros que le dieron alegrías en el pasado podían ser los salvadores, pero nada de eso ocurrió. Sin buenos momentos en sus clubes anteriores, Emanuel Dening (no convirtió ningún gol en su regreso), Martín Bravo (marcó 4 tantos en su segundo ciclo) y Humberto Osorio (solo una conquista), pasaron sin gloria pero con mucha pena por el Pueblo Viejo y estuvieron muy lejos de portar la bandera de la permanencia de San Martín en la Superliga.

Otro caso similar es el de Mauro Bogado. Sin ser tenido en cuenta en Huracán, llegó nuevamente al Verdinegro. Tuvo actuaciones regulares con un gol en la segunda mitad del certamen, pero no gravitó y decepcionó a aquellos que le habían dado las llaves de la ilusión.

Pero lo de San Martín fue más allá en esta temporada. En el campo de juego hubo desconcentraciones, falta de juego y también de reacción y una floja respuesta para tratar de revertir una situación adversa en la que acumuló siete partidos seguidos sin conocer la victoria (4 empates y 3 derrotas).

En el club de Concepción arranca una nueva etapa, otra vez en la B Nacional porque el tercer descenso ya está consumado. Será el turno de un ciclo distinto en el que los dirigentes seguramente se replantearán la continuidad de muchos de los jugadores del actual plantel porque el rendimiento no fue el esperado y porque muchas veces los cambios profundos son satisfactorios. Otro punto para considerar es el de los sanjuaninos y/o jugadores de inferiores en el plantel superior, ya que en la temporada pasada hubo sólo dos: Nicolás Pelaitay y Francisco Álvarez, ambos con escasa participación.