Era el partido. Era la noche y todo, absolutamente todo, terminó siendo propiedad ajena. Es que Sportivo Desamparados nunca pudo encontrarle la vuelta al impecable esquema defensivo de Libertad de Sunchales y para colmo, pagó con goles su impotencia porque no le perdonaron nada y se quedó masticando bronca. Ahora, con el 0-2 consumado, las chances de ascenso dependen ya de una combinación matemática casi imposible y de la reacción de un equipo como Desamparados que asistió, casi impotente, a un partido en el que dejó todo a cambio de nada.

Tal como estaban planteada la previa, todo iba a depender de lo que Sportivo Desamparados hiciera. Salió decidido a hacerse dueño del partido y con Lamberti como abanderado copó pelota y terreno para que Libertad mostrara también sus cartas: defensa. Fue ir e ir para Sportivo. Con paciencia primero, con mucho corazón siempre y con desesperación en el final. Ese fue su partido. Para colmo, el arquero Ivan Baigorria tuvo una noche perfecta, tapando en el primer tiempo tres pelotas que pudieron haber cambiado el partido. Primero a Garrido allá abajo contra el palo derecho cuando iban apenas 5′ de juego, luego salvando un centro de Corvalán y más tarde, con mano cambiada, desviando un remate de Alvarez que iba al ángulo superior izquierdo y se jugaban 33′ del primer tiempo. Era hasta ahí injusticia porque si hubiera tenido un ganador ese parcial debió ser Desamparados. Pero el principio del fin se dio en los primeros 50 segundos del complemento. Libertad tuvo una jugada con pelota detenida y Aldo Jamud se anticipó a todos para poner, de cabeza, el primer gol. Esa desventaja aceleró a Desamparados que enceguecido buscó el empate. No ligó tampoco porque Baigorria le tapó milagrosamente el remate a Corvalán cuando ya estaba en el piso. Pudo ser el empate y no fue.

Desamparados entró en la zona de la desesperación y la impotencia. Se jugó el resto, apostó todo a atacar y Libertad esperó su momento. Manejaron una contra con tremenda categoría y Marcos Quiroga, a los 43′, sentenció la noche más esperada de este 2011 para Sportivo dejando en agonía sus sueños de ascenso a Puyuta. Era la noche de Sportivo y terminó siendo fiesta ajena.