Parecía cosa juzgada. Es más, la desastrosa caída por ocho goles en Río Cuarto parecía haber terminado con la pesadilla de Sportivo Peñarol en el Federal A y el descenso no se podía revertir. Pero el Consejo Federal y sus decisiones más inesperadas le dieron una vida más y será al todo o nada ante Juventud Antoniana de Salta, que integró la Zona A y había caído en la última fecha. Armado contra el tiempo, buscando jugadores que incluso ya entrenaban con equipos del Regional, Peñarol volvió a respirar. Con la confianza del técnico Rulo González y la mística bohemia como plus, ahora irá a jugarse lo que tiene de resto. Serán 90 minutos al todo o nada. A matar o morir, con todo por ganar y ya nada por perder para sepultar una temporada absolutamente escandalosa que arrancó con problemas dirigenciales de raíz, con doble comando, con dos planteles, con denuncias en el medio y con tres entrenadores a lo largo de la competencia que nunca lo pudieron sacar del fondo. Así, Peñarol se fue hundiendo solo. No pudo más y solamente este salvavidas inesperado de AFA lo volvió a meter en la cancha.

Con lo mejor que pudo recuperar en la semana, armándose un grupo a las apuradas, Peñarol tratará de lograr ese milagro que no consiguió a lo largo de más de 30 fechas. Nada es casualidad pero en el fútbol, todo es posible. Dependerá de ese amor propio de un Peñarol que sufrió más de la cuenta. Se puede terminar en fiesta, se puede terminar en el desahogo de un equipo que empezó mal y que por esas cosas del fútbol, hoy puede salvarse. Parecía todo perdido. Liquidado pero Peñarol aún respira y eso, para el pueblo bohemio es la esperanza.

El resto

Hoy jugarán por el Reducido: Bolívar-Sol de América, Gimnasia y Tiro de Salta-Belgrano de San Francisco; Argentino Monte Maíz-Cipolletti; Olimpo-Atenas; Douglas Haig-Santamarina; Independiente de Chivilcoy-Juventud Unida y Central Norte-Las Parejas.