El Club Barrio CGT Rawson demostró que cuando se quiere, se puede. En solo 90 días hizo historia y de la buena porque con nada más que las buenas intenciones, el sentido de pertenencia al barrio de toda la vida y la necesidad de encontrar un cauce nuevo para los chicos de la zona, armaron un club, se afiliaron a la Liga y son parte de la Primera C del futsal oficial de San Juan. En apenas tres meses hicieron el mejor gol de sus vidas porque sacaron a un grupo de 25 pibes del peligro de las adicciones, del desorden, de la rutina de empezar el día haciendo nada para terminarlo haciendo lo mismo. Ese, tal vez sea el gran logro de Barrio CGT Rawson: haber recuperado a sus hijos.


Esta rica historia empezó con la explosión del futsal en la provincia y la chance de competir formalmente. Con la creación de la Primera C, uno de los impulsores de esta loca aventura fue Pablo Mazocchi -hockista de Barrio Rivadavia- quien asesorado por su papá y por la gente que maneja el futsal se fue interiorizando de los requisitos y de ir a ver los domingos como jugaban amigos suyos en el playón detrás de la plaza del barrio, pasaron a inscribirse en la Liga. Había que armar toda la estructura para poner en cancha un equipo. Si, un equipo con todas las letras. Con técnico, indumentaria, entrenamientos, conducta. Todo, de la nada.


No se achicaron. Maximiliano Castro, periodista ya conocido del ambiente deportivo, fue otra de las patas fuertes. Por sus contactos, se agilizaron muchas cosas y sin pedirle nada a nadie, le fueron dando forma. Chalecos, camisetas, pelotas fueron llegando al club. Había que armar el equipo, los que juegan, y ahí la elección fue un acierto total porque Jonatan Emanuel Mercado, jugador de futsal con pasado en Deportivo San Juan y presente en Atlético Alianza, tenía que manejarlos. Porque vivió en el CGT, porque sabe de futsal y, fundamentalmente, porque comprendía a la perfección la realidad en la que estaban inmersos los chicos de su querido barrio. Había sentido de pertenencia en todos. Solo era cuestión de empezar.


Y el primer paso fue duro. Complejo, marcado por la incertidumbre porque los pibes que serian el plantel estaban acostumbrados al día sin agenda, sin horarios, sin reglas. Los desafiaron en lo más íntimo y el primer entrenamiento se pautó para las 9 de la mañana de un domingo. Fueron apenas 9 y el técnico fue clarito. Se lo perdían ellos, daban ventajas y nunca jamás terminarían siendo un verdadero equipo. Les impactó el mensaje y poco a poco se fueron sumando. Hoy, el plantel es de 25 futbolistas y ninguno mezquina nada a la hora de sacrificio para entrenar. Con la Primera C suspendida por el frío, la rutina de prácticas marca cuatro entrenamientos por semana y nadie falta. Encontraron en el futsal, el canal para dejar de lado las sustancias tóxicas y aprendieron que se puede. Que solamente, depende de ellos.


Jugaron tres partidos hsta que el frío interrumpió el torneo de la C de la Liga y este fin de semana terminaron de jugar la Copa Rawson donde se cruzaron con equipos ya armados que incluso han ascendido a la Primera A como San Ricardo. Se demostraron que están a la altura y que aquel recuerdo de los primeros entrenamientos en donde varios vomitaban por el esfuerzo físico al que no estaban acostumbrados, valió la pena. Son un club y no le pidieron nada a nadie.



El sueño de ser locales

Ya pasó el primer paso. Lo armaron, lo pusieron en cancha y hoy tienen preparador físico y hasta gimnasio para ir a entrenar. Todo a pulmón, vendiendo pollos, haciendo locros. Lo que sea. Pero para el Club CGT el desafío es jugar en casa. Sentirse locales en serio y ahí, la palabra de Mazocchi -presidente- y de Maxi Castro -vice- se une en un sueño: cerrar su canchita. "Estamos con ese sueño. Llegamos a lo que parecía un sueño que era inscribirnos y jugar en la Liga y ahora, con un barrio de 500 casas donde todos los vecinos nos conocemos, queremos ser locales acá, en nuestro lugar en el mundo. Es todo un desafío pero si de algo sirvió poner a este equipo en la cancha fue para ver que cuando se quiere, se puede'.

La Primera C

Es la última categoría del futsal de San Juan y tiene equipos de Rawson, Albardón, 25 de Mayo y varios departamentos más que han encontrado un lugar para darle espacio a la pasión por la pelota.

Fotos: Daniel Arias.