El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, le pidió perdón al entrenador de la Selección argentina, Lionel Scaloni, y lo invitó al escenario para que pudiera tocar la Copa del Mundo durante la ceremonia en la que se publicó el calendario completo del Mundial 2026 con sedes, días y horarios.
Las disculpas llegaron un días después de que el DT argentino fuera obligado a cumplir con el protocolo de usar guantes blancos para transportar el trofeo en el acto del sorteo de la fase de grupos, sin respetarle su condición de campeón del mundo.
La tradición indica que todos los ganadores del Mundial están autorizado a tocar la reliquia. “Pido disculpas en nombre de la FIFA, no lo sabía, me lo ha dicho ahora el Fenómeno (por el brasileño Ronaldo)”, se excusó el suizo.
Enseguida, el máximo dirigente del fútbol invitó a Scaloni a subir al escenario y la dio la copa en su mano para reparar el error ocurrido en el Kennedy Center de Washington.
El valor de la Copa del Mundo ronda los 20 millones de dólares, y la FIFA no deja nada librado al azar. Cuando se traslada, el encargado debe usar guantes especiales y está bajo un control permanente. El trofeo suele exhibirse en el museo de la FIFA en Zúrich, Suiza, pero el lugar donde se guarda realmente es un secreto absoluto.
¿Quiénes pueden tocar la Copa del Mundo?
La lista es corta y exclusiva. Solo los jugadores y entrenadores campeones, los jefes de Estado y los funcionarios de la FIFA pueden posar sus manos sobre el trofeo. Ni siquiera los organizadores, ni los empleados de seguridad, ni los invitados VIP tienen ese permiso.
Cada cuatro años, la Copa —que pesa seis kilos y está hecha de oro macizo— recorre el mundo en una gira que parece sacada de una película de espías. La seguridad es total: guardias armados, traslados en vehículos blindados y vigilancia las 24 horas. Cuando el trofeo llega a un país, como ocurrió en Estados Unidos, solo el presidente puede tocarlo oficialmente.

