Confeso. Cristian Ángel Pereyra (31) reconoció que baleó una vivienda y dejó parapléjica a la dueña de casa con un disparo.

Gabriela Yolanda Tello (41) ayudaba con la tarea escolar a tres de sus cinco hijos en el comedor de su casa, cuando empezaron los estampidos. Habían pasado unos minutos de las diez de la noche de aquel domingo 23 de abril de 2017, cuando el sonido de la madera de la ventana destruyéndose, fue seguido de una escena más desesperante, Gabriela desplomándose sobre la mesa. Un disparo le había perforado la espalda y un pulmón, y anticipaba una suerte que terminó siendo mucho más grave de lo que esperaban su marido Marcos Aguilar y su familia, pues la bala se alojó en su médula ósea y dejó parapléjica a la mujer.

Para la familia de la víctima, aquel tiroteo se inscribió como uno más de los tantos cruces violentos entre grupos rivales de dos barrios chimberos: el Tránsito de Oro donde vivían y el Siete Conjuntos. Para la Policía, sin embargo, el ataque pareció tener tintes más personales porque en julio de ese año un hijo de la mujer, entonces de 17 años, fue acuchillado en la Plaza 25 de Mayo y al mes siguiente se salvó por poco de morir tras recibir un tiro en la cabeza cuando llegaba a su casa.

El agresor de la mujer fue Cristian Ángel "Gurí" Pereyra (31) un sujeto con múltiples causas abiertas y tres pedidos de captura por robos y hurtos al momento de ser detenido. Fue identificado por varios testigos, incluida una vecina que esa noche llegaba en remís y vio cuando dos sujetos en moto cruzaron un descampado y los sobrepasaron hasta detenerse cerca de la casa de los Aguilar Tello. Según esa testigo, el "Gurí" enfiló hacia la casa de la víctima y comenzó a disparar. Cuando concluyó, se fue a pie por el mismo descampado. Su cómplice huyó en la moto.

Ayer, Pereyra ratificó ante el juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) el juicio abreviado logrado con su defensor Alejandro Castán y la fiscal Marcela Torres. En ese pacto, admitió el delito tentativa de homicidio simple y su decisión de pagar con 7 años y 6 meses de cárcel. El juez decide.