El martes por la noche, cuando hallaron un cuerpo en Campo Afuera mientras buscaban a Brenda Requena (24), los pesquisas observaron que se asomaba entre el suelo pedregoso un torso de un cuerpo de mujer, un cráneo y una tibia, no más.

Cuando las primeras luces del miércoles permitieron seguir con las tareas en el lugar, aparecieron unos 70 huesos ennegrecidos por el fuego, la mayoría pequeños, equivalentes a los del tórax y los brazos.

Este jueves excavaron más profundo y se toparon con algo macabro: un pie calcinado. También había trozos de tela, según explicaron a este diario fuentes de la investigación.

Los nuevos elementos fueron puestos a disposición de los forenses que, con el correr de las horas, van dándole forma al cuerpo. Según dijo un especialista, "cuanto más evidencia tengan podrán determinar la forma en que murió esa persona".

Se sabe que liquidaron la terrible faena despedazando el cuerpo y luego lo quemaron, envolviéndolo en membrana para techos y avivando el fuego con neumáticos.

Creen los investigadores que el asesino sabía muy bien cómo hacer desaparecer un cuerpo. Los elementos de caucho que utilizó son clave para calcinar la carne y reducir los huesos.

Pero hay más. El lugar que buscó el o los sujetos para hacer la hoguera es una especie de "cauce seco" donde el agua escurre cuando llueve, que luego arrastra y esparce, colaborando aún más con borrar pistas.

Además, como está en una especie hondonada, desde lo alto tiraron tierra -es un suelo con mucha piedra- para ocultar el cuerpo.

"Tal vez algo lo apuró al criminal para terminar de cubrir los pedazos de cuerpo", apuntó una fuente de la investigación.

La investigación

A la espera que el juez Martín Heredia Zaldo indague al por ahora único detenido, el marido de Brenda, Diego Álvarez (28), todos los esfuerzos están puestos en sumar evidencia. Además de las tareas en la zona del macabro hallazgo, hay otras aristas que se siguen.

Allanamientos y posibles detenciones de personas que habrían colaborado o entorpecido la investigación, son los próximos pasos, según manifestó este jueves el propio magistrado.

¿Cómo está el marido?

Tras la crisis de nervios que sufrió cuando se enteró que habían hallado un cuerpo y que terminó con la internación por casi 24 horas, Álvarez volvió a los calabozos de la Central de Policía. Está aislado, sólo en una celda a la espera que el juez decida su futuro, que es casi un hecho que será el pronto envío al Penal de Chimbas.