Un changarín podrá zafar de un juicio y de una eventual condena por causar la muerte de un motociclista en un accidente de tránsito, por conducir una carretela, es decir por trasladarse en un vehículo que no requiere una autorización o habilitación especial para conducir.

Al no ser una actividad regulada que precise de una habilitación, el Código Penal prevé que un imputado puede acceder a la probation, es decir a la suspensión del juicio , que en este caso será por un plazo de 2 años. El mayor beneficio de esa alternativa en el proceso penal es que, si el imputado cumple todas las condiciones y las reglas de conducta, finalmente su planilla prontuarial quedará limpia, como estaba hasta el momento en que protagonizó aquel choque letal ocurrido en diciembre pasado en Pocito.

Quien accedió a la probation es el changarín Julio Ricardo Gil (32). A través de su defensor Miguel Angel Gálvez, acordó con el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, y el ayudante fiscal Leonardo Arancibia, no cometer otro delito y cumplir reglas de conducta durante el plazo de 2 años, realizar tareas comunicarais en el municipio de Rawson durante 5 meses (un día a la semana, 4 horas cada vez) y abonar $15.000 en cuatro cuotas, que irán a parar al merendero de Albardón 'Corazones Sonrientes'.

El hecho que involucró a Gil ocurrió sobre las 21,10 del 11 de diciembre pasado sobre calle 6, entre Lemos y Vidart, Pocito. A esa hora estaba oscuro y Gil transitaba hacia el Oeste en una carretela, cuando Cristian Andrés Sánchez (38) se estrelló en una moto Zanella 150cc. contra la parte trasera de ese vehículo tirado por un caballo. Tan grave quedó Sánchez, que debió ser sometido a una operación en su cabeza, pero no pudo recuperarse y perdió la vida el 21 de diciembre.

Recién entonces tomó el caso la UFI de Delitos Especiales que, en principio, acusó a Gil por un homicidio culposo, al conducir su carretela sin ninguna iluminación ni banda refractaria, aunque la defensa aseguró que ese vehículo sí llevaba elementos que la hacían visible de noche. Ayer, las partes acordaron una salida alternativa, la probation, y el juez de Garantías, Federico Rodríguez, la concedió, aclarándole al acusado que, si no cumple, tendrá un juicio y podrá ser condenado.