Ya pasaron cuatro meses desde que un grupo de “rugbiers” asesinó a Fernando Báez Sosa y nuevamente el apellido Thomsen está en el centro de la escena. Este lunes el padre de Máximo pidió que se cumpla “con el debido proceso” de la causa y teme “que no se haga justicia” por la trascendencia que tuvo el caso en los medios. Afirmando que es consiente del sufrimiento que padecen los padres de Fernando por perderlo, aseguró que intentó comunicarse con ellos “en varias oportunidades”.

Javier Thomsen, padre de Máximo (20), dijo que su hijo “está pagando, privado de su libertad”. Además, contó que tanto a su hijo como a los otros siete detenidos “les gritan asesinos” cuando salen al patio de la Alcaidía La Plata 3, en Melchor Romero, donde están alojados. El pasado 13 de marzo los trasladaron a esa dependencia para ser sometidos a estudios psicológicos y psiquiátricos.

Javier Thomsen, padre de Máximo (20).

También informó que ni su hijo ni el resto de los detenidos en la causa, Ciro Pertossi (19), Blas Cinalli (18), Enzo Comelli (19), Ayrton Viollaz (20), Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20) y Lucas Pertossi (20), cuentan con smartphones a diferencia de muchos de los detenidos en esa unidad.

A pesar de que los “rugbiers” no cuenten con celulares, pueden hablar con sus familiares ya que cuentan acceso al teléfono de la alcaldía para que cualquiera de los detenidos en ese sector se pueda comunicar con su familia.

El hombre expresó que “los chicos no pueden acceder a algunos objetos por la presión mediática que hay contra ellos. Todos tienen celulares menos ellos”. Además, agregó que los ocho están alojados en el mismo sector en celdas de a dos, “en una alcaidía donde todas las personas están procesadas sin condena y no tienen contacto visual con otros presos".

Thomsen afirmó que es consciente de lo que sucedió el pasado 18 de enero y que también a las familias de los acusados les cambio la vida “para siempre”. "Fue una noche trágica, acompaño el dolor de los padres de Fernando, pero la vida de estos diez chicos y la de sus familias, también cambió para siempre", exclamó.

"Hoy se cumplen cuatro meses y todavía esto no empezó”. "Están ilegalmente detenidos porque no tuvieron el justo proceso desde el inicio", agregó el padre del rugbier procesado.

El padre de Máximo dijo que, desde que inició el aislamiento preventivo social y obligatorio para prevenir la propagación del coronavirus, no pudo ir a visitarlo pero que habla por teléfono.